Crítica: Es por tu bien

El salmantino cineasta Carlos Therón, director, guionista y  productor de series de televisión, cortometrajes y largometrajes, y ganador de dos premios Goya, nos presenta su trabajo. Nuevamente en la gran pantalla, tras cinco años desde su último largo, tiempo en el que se concentra en el nacimiento de dos series para  televisión, vuelve con su tercera comedia. Crítica de la película “Es por tu bien”.

La historia nos muestra una familia española, bueno, en realidad son tres familias: tres cuñados, Arturo (José Coronado),  Poli (Roberto Álamo) y Chus (Javier Cámara) que están casados con tres hermanas: Isabel (Pilar Castro),  Olga (María Pujalte) y Alicia (Carmen Ruiz). Cada matrimonio tiene una hija joven. Da la casualidad de que las tres chicas se enamoran y da también la casualidad de que esto afecta negativamente a los tres cuñados. Éstos se ponen nerviosos  y se unen en una lucha de titanes por echar a volar a los novios de las niñas. No voy a decir si lo consiguen, ni cómo lo hacen…

Fácil y ligera, “Es por tu bien” desmenuza costumbres universales, sin desmantelar la medida del humor de nuestro cine que en otro tiempo supo hacernos disfrutar de sus delirios. Con ello como fuente inspiradora, el guion de  Manuel BurqueJosep Gatell se relaja, confiando en la típica progresión hacia el clímax de lo excesivo a la que conduce el argumento, ayudados  por la candente dirección de Carlos Therón.

Que Carlos Therón  haya optado por realizar una película con las características de la que nos ocupa parece en la lógica un poco nostalgia del cine español cómico que le precede, empezando por su puesta en escena y la construcción de personajes. No es poco para los tiempos que corren,  en los que el mal de la insatisfacción nos parece empujar a evitar la sonrisa, que un director de cine se ocupe de hacernos reír o sonreír durante más de noventa minutos es un reto. Therón sabe perfectamente de lo que habla y, además, trata a sus personajes con una dosificada mezcla de afecto y devoción. Se ríe de ellos, de sus manías y debilidades, al mismo tiempo que los comprende y exonera hasta premiarlos.

Carlos Therón  conoce al cuadro de actores y actrices que convoca dándole a la película una vibración intensa. Un reparto sin mácula. Perfecto: imposible destacar a uno sobre los demás, aunque destacamos la contradicción costumbrista verdaderamente cómica de José Coronado, Roberto Álamo y  Javier Cámara, los tres padres desconfiados en la película. El resto del reparto, Silvia Alonso, Georgina Amorós, Andrea Ros, Miki Esparbé, Luis Mottola, Miguel Bernardeau, Manolo Solo, Luis Callejo, Manuel Burque y María Hervá. En la música Javier Rodero y la fotografía a cargo del madrileño director  Miguel P. Gilaberte.

Puedo decir que la sala estaba llena de espectadores que íbamos  predispuestos a pasar un buen rato y lo conseguimos.  Nada más…y nada menos…

Javier Cámara

Foto: lahiguera.net

Foto: lahiguera.net

Javier Cámara es un actor español que nació en La Rioja el 19 de enero de 1967.

Ficha en Imdb: http://www.imdb.com/name/nm0194572/?ref_=fn_al_nm_1

Twitter: @JAVIERCAMARA1

Sus películas en Comentamos cine:

Es por tu bien (2017)

Crítica: La reina de España (2016)

Crítica: Truman (2015)

Crítica: Los amantes pasajeros (2013)

Crítica: Que se mueran los feos (2010)

Crítica: La reina de España

14764471736792Fernando Trueba guionista, director y productor de cine español, en sus primeros años de juventud y después de terminar la carrera de periodismo trabajó como crítico de cine en uno de los periódicos más importantes de España y tras hacer en el mundo del cine algunas cosas más o menos interesantes, debutó como director con “Ópera prima”, de 1980. Más tarde llegarían “Mientras el cuerpo aguante”, de 1982; “El año de las luces”, en 1986; y otras, hasta llegar a “Belle époque”, de 1992, donde mezcla elementos de construcción histórica, drama y humor. Más tarde en el mismo terreno da lugar a sus mejores y más personales películas, entre ellas “La niña de tus ojos”, de 1992, que ahora en el año 2016 atrae para hacer una segunda parte, una nueva historia con aire nostálgico y comedia. Crítica de la película “La reina de España”.

Con guión del propio Fernando Trueba, la historia aparece así: estamos en la España de los años 50 y Macarena Granada (Penélope Cruz), la gran estrella “americana” de origen español, retorna a su tierra para encarnar a Isabel la Católica en una película dirigida por cineastas americanos. Al enterarse de la noticia el director de cine, Blas Fontiveros (Antonio Resines), que no había vuelto desde que se marchara a dirigir «La niña de tus ojos» a la Alemania nazi dieciocho años atrás, decide regresar a España, un país que habla en voz baja cuando no calla, vuelve para encontrarse con sus compañeros, que seguro están viviendo en la pedagogía del miedo. Eso piensa y no lo dice. Así se cierra el ciclo de Fontiveros en el exilio. A su llegada se encuentra más de lo que esperaba, por eso ocurrirán una serie de acontecimientos que pondrán a prueba el rodaje de la película y algunas cosas más.

“La reina de España” dibuja un lenguaje cinematográfico común a otros trabajos de la carrera del director utilizando los mismos enfoques de entrada y una idea central en imágenes exactas con la estupenda fotografía de José Luis Alcaine. La veracidad y el significado de la película están perfectamente concebidos con una mezcla de trasfondo político, como un trabajo de ideología esencial y divertido. Trueba con esta crónica, busca llegar al espectador mediante una presentación selectiva del transcurso de los hechos de la posguerra española y saca, para nuestros ojos, mundos que no conocimos y que aquí se muestran con mucho humor.

imagen-de-la-reina-de-espanaEn definitiva, una película con una historia caminando en varias direcciones que resulta más compleja de lo que parece porque, en realidad, esta desatinada comedia es un desgarramiento afectivo en medio de las vidas de todos los personajes igualmente salpicados de miserias, un artefacto provocador y un salivazo en la cara a quienes no reconocen la evidencia ni siquiera a través del paso de los años. Hay que convenir también que el humor que rezuma tenga a veces el aire precipitado de una comedia poco refinada o que los actores estén en registros que para el espectador sean casi desconocidos o demasiado familiares, pero a la vez es lo que se requiere. El gran plantel de comediantes en su mayoría tienen los personajes destinados para ellos desde “La niña de tus ojos”: Antonio Resines, Penélope Cruz y Jorge Sanz, en una ducha de inteligencia interpretativa. Chino Darín, Javier Cámara, Rosa María Sardá, Santiago Segura, Loles León, Mandy Patinkin, Neus Asensi, Ana Belén, Arturo Ripstein, Cary Elwes, Clive Revill, Carlos Areces, Jesús Bonilla, Ramón Barea, Anabel Alonso, Guillermo Toledo, Secun de la Rosa, Juan Antonio Bayona, Miguel Ángel Lamata y Gemma Cuervo establecen un equilibrio apropiado dentro de una comedia que como ya he dicho es desatinada y añeja. Todo asistido con la música del compositor polaco Zbigniew Preisner.

Recuerdo la anterior película de Trueba, El artista y la modelo”, buena película pero de la que no disfruté por algunos detalles, como ya expliqué en su día. Sin embargo, y reconociendo que “La reina de España” es peor película que “El artista y la modelo”, he de decir que la nueva película de Fernando Trueba me brindó dos horas divertidas.

Apostemos por el cine, es la forma artística de nuestro tiempo.

 

Crítica: Truman

TrumanCesc Gay es un director de cine y guionista catalán que debutó como director en 1998 con la película “Hotel Room”. “Krámpack” en 2000, “Ficció” en 2006 y su posterior obra “Una pistola en cada mano” de 2012, le han traído hasta su último trabajo. Crítica de la película “Truman”.

Julián (Ricardo Darín) es un actor de mediana edad, que vive y trabaja en Madrid. Está enfermo y vive solo con su perro Truman. La enfermedad que padece está en un estado muy avanzado y él no puede soportar vivir así. Un día recibe la visita de su mejor amigo Tomás (Javier Cámara) quien acaba de llegar de Canadá por sorpresa. Juntos pasan momentos muy duros en los que Tomás intenta hacerle la vida más agradable. Lo que más le preocupa a Julián es su perro Truman, cuando él muera quedará solo en el mundo.

En “Truman”, Cesc Gay tiene suficiente cabeza y gusto como para ahorrarnos momentos lacrimosos y los golpes bajos de este tipo de argumentos. Coloca a Ricardo Darín y Javier Cámara en el limbo de los buenos para deleitarnos con maestría cinéfila y transformar lo que podía ser un drama de romperse en lloros en un plectro bien interpretado, dramático, no cabe duda, pero como ya he dicho sin ningún intento de forzar el desconsuelo. En cuanto al relato del reencuentro de los dos personajes unidos en la amistad, el director nos habla con el corazón, revertiendo la sinceridad en ellos y en un montón de secuencias y diálogos que destilan ternura y humanidad. Un auténtico atracón de cariños visuales y sonoros a los que seguro les resulta difícil encontrar un competidor con las misma garantía de nombre propio que es esta película.

Imagen de TrumanRicardo Darín y un soberbio Javier Cámara consiguen minutos de puro atractivo cinematográfico en donde todo es más, mucho más. Ambos sujetan y enraízan su eficacia en el dibujo de unos personajes que remedian su presente intentando tener un futuro mejor. En la película de Cesc Gay no hay buenos y malos, hay caricias y reproches para cada uno de ellos y para cada una de sus acciones y decisiones pero de una forma civilizada desde la tranquilidad que tienen las víctimas y la poca naturalidad que conlleva el tener que asumir la muerte de diferente manera,  cuando ya estamos ante algo que inevitablemente pasará.

El resto del reparto Dolores Fonzi, Àlex Brendemühl, Javier Gutiérrez,Eduard Fernández, Elvira Mínguez, Silvia Abascal, Nathalie Poza, José Luis Gómez,Pedro Casablanc, Francesc Orella, Oriol Pla, Ana Gracia, Susi Sánchez y Àgata Roca desarrollan unos personajes secundarios muy acertados en sus contrastes.  El guion es de Cesc Gay y Tomás Aragay, la  música de Nico Cota y Toti Soler y la fotografía Andreu Rebés.

“Truman” es una película triste, cálida y melancólica que a veces saca alguna sonrisa leve. Un relato lleno de amor.