Crítica: Blue Jasmine

Cartel de Blue JasmineElegante película. Su director sabe rodearse de un equipo realmente equilibrado y bien compenetrado, juntos logran la hazaña de realizar una buena película. Crear películas para Woody Allen, declaró en cierta ocasión, es como el juguete para un niño, imprescindible Crítica de “Blue Jasmine”.

Con dirección y guion de Woody Allen, surge una nueva historia que retrata principalmente a Jasmine, (Cate Blanchett) una mujer rica, muy estilosa, de la alta sociedad neoyorquina, que vive con su marido Hal (Alec Baldwin), un hombre poderoso vinculado a las finanzas, y el hijo de éste. Un día se encuentra sin dinero y sin casa. Sin tener dónde acudir piensa en su hermana que vive en San Francisco, Ginger (Sally Hawkins), una mujer joven, empleada de un supermercado que vive con su novio en un apartamento humilde. Jasmine continuamente se lamenta de su suerte y se refugia en los antidepresivos y en recordar su antigua vida en Manhattan. Hay mucho pasado reunido en su cabeza, mucho lujo y mucha frustración.

La música de “Blue Jasmine” procede de los neoyorquinos años cincuenta, música predilecta del director, que abre la película con el personaje principal a bordo de un avión en un vuelo desde la ciudad de los rascacielos a San Francisco. Con hábil y bromeada maniobra, Allen la saca del aparato y la pone en camino hasta la puerta de la casa de su hermana.


Woody Allen
tiene el guion perfecto para hablar de la ambición del capitalismo, los hombres y la fama. Desarrolla también un breve ensayo sobre la mujer pero lo pongo en último lugar porque creo que, aunque parezca lo contrario, es lo menos importante del mensaje que nos quiere dar. Toda la trama se inunda con el paso de personajes secundarios adicionales unos más creíbles y otros más propios de la caricatura, como ya es habitual en las películas de este director.

Imagen de Blue Jasmine

“Blue Jasmine” es amena de principio a fin, no de forma directa a causa de la eficacia y el encanto con que Cate Blanchett explora en sus problemas, sino también porque es una película extremadamente inteligente. Allen en esta ocasión nos hace reír menos, obligándonos a pensar más, a deducir significados entre sus viñetas y sus flashbacks inconfundibles. Este viaje a la desdicha, la paranoia y la desolación es un rico conjunto de trabajo con un acertado estudio de personajes seductores y complejos. Que esté en su mayoría situada en San Francisco con lo que ello lleva de simbología y que en el momento preciso del drama aparezca la impresionante imagen del Puente Golden Gate,  alude sin duda al entramado que subyace en la película, y en el que todos pensamos cuando salimos de ver “Blue Jasmine”.

Cate Blanchett ha logrado una buenísima interpretación, el resto queda en manos de su director, que sabe dosificar el examen, apoyándose lo necesario en actores y guión. Impecable Sally Hawkins, y la fotografía de Javier Aguirresarobe. El resto de los actores: Peter Sarsgaard, Alden Ehrenreich, Louis C.K., Michael Stuhlbarg, Bobby Cannavale, Andrew Dice Clay, Max Casella, Tammy Blanchard cumplen con sus papeles y aún más. Lo único que puedo decir no favorable sobre “Blue Jasmine” son mis pegas sobre el doblaje al español, si pueden, véanla en versión original.

Nos queda justo un año para ver la próxima película del maestro: “Magig in The Moonlight”, ahora disfrutemos de “Blue Jasmine”, la recomiendo.

Crítica: Linterna verde

CartelVerde a la fuerza de voluntad, amarillo al miedo y la cobardía: Crítica y análisis  de la película “Linterna verde”.

“Linterna verde” tenía ya vida antes de llegar a los cines, deliberadamente o no, esta película  es una broma enorme. Obra  de ciencia ficción,  basada en los comic de universo DC, que si bien, no es más que un mero espectáculo de entretenimiento, también hay que reconocer que te mantiene pendiente hasta el último minuto. Martin Campbell, pone de relieve los dos lados de este film,  nada de historia y mucho espectáculo, en una denominación atrayente, enseñándonos el origen de un superhéroe.

Con la participación actoral de Ryan Reynolds,  Blake Lively, Peter Sarsgaard, Mark Strong, Tim Robbins, Angela Bassett y Temuera Morrison.

Todo empieza  cuando Hal Jordan (Ryan Reynolds), un piloto de pruebas es reclutado por la intergaláctica Green Lantern, en el planeta OA compuesto por 3600 individuos lantern (una especie de policías del firmamento). Lo necesitan para proteger su mundo, que el malvado Parrallax quiere hacer desparecer.  Esta cosa terrible, de lo más feo, es una especie de pulpo, a veces estándar, otras gigante y en algunas ocasiones inmenso, que  echando fuego por la boca destruye al enemigo, y cuando lo deja en nada, se lo traga por su maléfica garganta de monstruo.  Pues bien, Hal, el pobre humano, piensa que cómo se les ha ocurrido a esta familia de verdes luminosos elegirlo a él, él que estaba tan tranquilo con sus avioncitos haciendo cabriolas,  pero ya no tiene remedio, porque un anillo mágico, estúpidamente, ha sido el que ha tomado esta anormal decisión y lo que dice el anillo, eso va a misa, y por ahí anda el pobre Hal, con su anillo en el dedo, salvando y salvando mundos, pero sin centinelas del universo, él solito.

La propia magnitud de la película hace que la trama y los actores queden relegados a un segundo plano, Martin Campbell, un director  discordante en toda su carrera, en esta nueva obra, se entrega a la arquitectura visual, la espléndida sofisticación de escenarios y las monumentales escenas fantásticas que son las que consiguen enganchar a los espectadores. En primer lugar diré que después de ver “Linterna verde”, considero que no es la mejor película de superhéroes, pero no voy a compararla con ninguna de las ya famosas que todos conocemos, algunas se hicieron perfectas… igual que en tantas otras, también se erró el tiro, y quedaron ahí.

En “Linterna verde”, partiendo de una historia anodina y desatinada, se disfruta de la feria de artificio y luz. Es lo que tiene.

“Linterna verde” desde su mensaje visiblemente  generoso, infantil y etéreo.

Peter Sarsgaard

Peter SarsgaardPeter Sarsgaard (John Peter Sarsgaard) nació en Belleville, Illinois (EE.UU.) el 7 de marzo del 1971. Es un actor estadounidense.

Ficha en Imdb: http://www.imdb.es/name/nm0765597/

Sus películas en Comentamos cine:

Crítica: Blue Jasmine (2013)

Crítica: Linterna verde (2011)

Crítica: Noche y día (2010)

Crítica: La huérfana (2009)

Crítica: En el centro de la tormenta (2009)

Crítica: An education (2009)

Crítica: En el centro de la tormenta

cartelEmpezamos la crítica de “En el centro de la tormenta” pensando en el cine negro, pero suspendidos en una ligera fragancia a telefilm; en esta película que llega a nuestros cines con un retraso considerable, se percibe apenas, la pericia cinematográfica de Bertrand Tavernier, y mucho menos su cine crítico de la sociedad francesa contemporánea, como sí ocurre en muchas otras magníficas obras suyas. Soy una fiel seguidora de este director. A Bertrand Tavernier le descubrí hace muchos años, en  una enorme película que protagonizaban Romy Shneider y Harvey Keytel, su título, La muerte en directo, me pareció tan aguda y tan rompedora que seguí Las huellas al cineasta… y vinieron nuevos trabajos: Nuestros días felices, 1990; L.627, 1992; La carnaza, 1995; Hoy empieza todo, 1999; y, tantas otras, nunca me decepcionaron. Ésta que hoy nos ocupa es la primera que hace en Estados Unidos y la primera que no me hace admirar y disfrutar con la fascinación a la que me tiene acostumbrada.

Bertrand Tavernier en el argumento y la trama de “En el centro de la tormenta” nos presenta a Bootsie (Mary Steenburgen), un ama de casa aparentemente feliz, casada con  Dave Robicheaux (Tommy Lee Jones The Company Men), un detective de Nueva Orleans. Actualmente están instalados en el estado de Louisiana y él  anda tras la pista de un asesino en serie responsable de la muerte de chicas jóvenes en Nueva Iberia, en el brutal asesinato de la última víctima, Robicheaux se acerca a la escena del crimen, coincidiendo un momento con un actor de cine de Hollywood, Elrod T. Sykes, (Peter Sarsgaard) que casualmente se encuentra rodando en el lugar de los hechos. Este hombre bebe hasta perder la razón por eso al detective le cuesta trabajo creerle cuando Elrod le confiesa que ha visto, lo que pueden ser, restos de un hombre, entre la maleza a orillas de un pantano cercano. Da la casualidad de que este descubrimiento trae a la memoria del detective intensas evocaciones de un sumario antiguo y Robicheaux empieza a sospechar que los dos casos están indiscutible interconectados. En ese lugar viven dos tipos que a nuestro detective no le gustan nada, Julie Baldoni (John Goodman) y Twinky Lemoyne (Ned Beatty) pero tendrá que lidiar con ellos.

A pesar de estar dirigida por Tavernier, basada en el libro “In the electric Mist with confedérate Dead”, de James Lee Burke no está a la altura (se dice también que es secuela de otra película del año 1995 que protagonizó Alec Baldwin, dirigida por Phil Joanou, cuyo título es Prisioneros del cielo, a mí me parece que puede ser más una continuación,  pues, hace años que vi aquélla, y recuerdo, que lo que ocurre , es anterior a lo que nos muestran “En el centro de la tormenta”). La película que nos ocupa es una película de autor sólo en sus toques genuinos, de lo que de verdad podemos tildar a la última película de Bertrand Tavenier, es de americanizar su estilo, manipulando narrativas que interfieren en su credibilidad como director exclusivo.

Este largo, contiene en efecto una historia creíble, lo que esperamos de un cineasta que gravita en las ideas del cine social y en los extremos de culturas contrapuestas. Las magníficas localizaciones verdes acuosas hacen que la pantalla dé sensación de humedad, esa plétora calma, la serenidad de su ritmo narrativo, las imágenes del pantano que inmejorablemente hacen que casi se pueda oler el fuerte olor a cieno de su fondo, la fotografía, o sea todo su continente perfecto, pero el contenido que envuelve la historia, las peculiares estructuras que maneja, suponen un reto forzado, simplemente por la indisciplinada fusión de la narración, el problema no está en la trama, ni en el fondo de la historia, ni en los actores, ni en casi las dos horas de su recorrido, sino en lo enormemente imprecisa que puede llegar a ser cuando ves que se va perdiendo lo interesante e inquietante, por la forma en que el director utiliza los lazos para unir todos los campos abiertos, pero lo dispuesto, hecho está, claro que lo que se ha hecho no es quizás, lo que pudiera haber sido.

Después de ser una coproducción franco-americana, en América no se ha estrenado en cines directamente pasó al DVD.

Me da mucha rabia, pero no la recomiendo. Es éste un relato de Bertrand Tavernier sin ningún atisbo de su impronta personal.