Crítica: Aprendiendo a conducir
10 julio 2015 2 comentarios
Combinando de forma inconfundible la soledad con el enfoque determinista de raigambre balsámica que el amor infunde al ánimo y el inevitable estado social que la actual ciudad de Nueva York impone a sus habitantes, la directora de cine Isabel Coixet, con guion de la también cineasta y escritora Sarah Kernochan, se desmarca de sus forma de alta raíz social española y nos regala una nueva mirada que seduce por la riqueza y fluidez en su trabajo. Crítica de la película “Aprendiendo a conducir”.
La película se abre con una discusión en un taxi, a Wendy (Patricia Clarkson), una escritora y crítica literaria que vive en Manhattan, su marido la abandona, ella llora y ruega pero el hombre está decidido a empezar una nueva vida. Wendy, que lo está pasando fatal, decide sacarse el carné de conducir. Para ello toma clases con Darwan (Ben Kingsley), un refugiado político hindú que se gana la vida como taxista e instructor en una autoescuela.
Con esta sencilla y gratificante comedia sobre el afán de aprender a conducir, Coixet alcanza satisfacer al público con su último trabajo. La gran virtud del film reside en la habilidad para transformar líneas argumentales básicas en metáfora y reflexión. Esta película presenta una denuncia a través de un fino lienzo iconográfico y psicológico. Diversidad étnica, marginación social, desubicación y reubicación de todo: soledad. No parte de un guion novedoso ni rompedor pero la directora española lo moldea y cuece a su estilo haciendo caminar a los personajes por las difíciles carreteras de la vida, aprendiendo a conducirlas aunque en el recorrido haya que tropezar y frenar de forma brusca de cuando en cuando.
En la interpretaciones Patricia Clarkson y Ben Kingsley confieren al film un grado de interés insospechado, Clarkson va haciendo que esa alternancia entre la satisfacción y la frustración resulte convincente y Kingsley con su buen hacer, sigue dejando una impronta de la que siempre quedamos satisfechos. Con este sobresaliente añadido, y a pesar de su ritmo pausado el efecto final es muy satisfactorio, nos queda la sensación de haber visto una obra notable. El resto del reparto salvando las distancias hacen un trabajo aceptable: Grace Gummer, Sarita Choudhury, Jake Weber,Samantha Bee, Daniela Lavender, Matt Salinger, Michael Mantell; teniendo en cuenta que la substramas quedan conferidas a la apatía y en algún caso a historia por concluir, pongo como ejemplo el personaje de Grace Gummer como hija de Wendy. En la fotografía, Manel Ruiz.
Tranquila y agitada como la vida misma. Marco de una historia que aúna los problemas de las mujeres y los problemas de los hombres, los conflictos derivados de la inmigración, del divorcio y de la vida en una gran ciudad.
Coixet construye un envoltorio que convence, como siempre.
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