Crítica: Los que se quedan

El responsable de “Los que se quedan” es Alexander Payne, director de cine y guionista estadounidense. La historia cuenta con guion del gran escritor y productor estadounidense David Hemingson y la estupenda interpretación del actor americano Paul Giamatti.

Paul Giamatti, es Paul Huham, un profesor que trabaja en un colegio privado. Son chicos mayores los que allí estudian y el profe tiene pequeños problemas con ellos. Cuando llegan las vacaciones, todo va a peor, el docente debe quedarse para asistir a los alumnos que permanecerán en el centro durante ese periodo. Huham se las ingenia para abordar la situación desde su perspectiva, la cara más espinosa de un profesor atendiendo a un alumno. Junto a él, asistirá como espectadora a este viaje de conocimiento, la buena cocinera Mary (Da’Vine Joy Randolph), que arrastra una gran tristeza tras la muerte de su hijo en Vietnam. El profesor la ayuda a recuperarse con su buen hacer y su trato de compañero solidario.

Paul Giamatti nos gana el corazón. Sus solitarios paseos le dejaron de servir y se convierten en escenarios maravillosos. Si tomamos “Los que se quedan” como un cuento, se pude entender la inocencia y sencillez de su trama; si lo tomamos como una historia que ocurre, nos encantan sus lecciones y sus enseñanzas; y si nos apetece recordarla de las dos formas hay que sufrir sus imposibles y aprender, aprender muy bien de todo su mensaje. La sabiduría es un camino muy difícil, se deben de superar muchas pruebas.

En la película, ni sobra ni se dilata ningún plano, no se pierde en profundidades imprecisas: da más de lo prometido, gracias a los giros de guion y a los maravillosos diálogos, que beben del gran David Hemingson y de unos actores que vuelan alto, destacando la sobriedad extrema de Paul Giamatti. Absoluta pieza de orfebrería sentimental.

Más que una película, “Los que se quedan” es un estado de ánimo. Alexander Payne vuelve con su grandeza y hace una mixtura de riqueza espiritual. Una miniatura cargada de verdad, confeccionada desde una portentosa capacidad de observación, una obra vital, divertida, cómplice y testimonial. Conmovedora y cargada de detalle.

“Los que se quedan” es una realidad triste, llena de prótesis de emoción, una película que queda en el fondo de nuestra memoria para perdurar por todo el tiempo.

En la música, Mark Orton, excelente. En la fotografía, a lo largo del largo camino Eigil Bryld, muy buena. En el reparto, destacan Paul Giamatti, Da’Vine Joy Randolph, Dominic Sessa, -con una gran interpretación-, Brady Hepner, Carrie Preston, Ian Dolley, Jim Kaplan, Michael Provost, Andrew Garman y Naheen García.

Para mí, la mejor película de Alexander Payne, es una historia que nos arropa. Véanla

Crítica: La sociedad de la nieve

Al director y, en esta ocasión, guionista de cine español J. A. Bayona, en esta nueva película le importan mucho los sentimientos y la verdad. Todo su saber se vuelca en “La sociedad de la nieve”, basada en el libro homónimo del escritor Pablo Vierci y en el documental homónimo de Gonzalo Arijón, que relata el accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea a uruguaya en la cordillera de Los Andes, en 1972.​ Bayona nos vuelve a brindar una dirección increíble, que impresiona. Los supervivientes se enfrentan a una constante de gravedad, a situaciones en las que se ven obligados a depender unos de otros para poder sobrevivir en aquel infierno de soledad.

J. A. Bayona exprime su escritura y la hace transparente, prescindiendo del más mínimo adorno y entregándonos  la mayor condensación de sentido. Lección de moral y homenaje a la vida, como un recordatorio y un ejemplo de cómo solemos vivirla, teniendo la certeza de haber estado en el propio infierno. “La sociedad de la nieve” es inmensa, se desliza por los puntos flacos y las hogueras de la soledad en un brío narrativo mientras su sequedad dramática hace de sus citas una historia especial, aún más violenta que lo más violento.

Tristeza, culpa, terror, hielo y cielo, esto es lo que meditamos en esta película servida en bandeja de plata, sostenido por un paisaje de Los Andes, todo nieve y montaña. Sin querer hacer otra cosa que mostrar la convivencia de las personas fundiéndose con el paisaje sin dulcificarlo, solo fragmentos de vida y esperanza. La vida y su ausencia y unos métodos para sobrevivir a lo invisible, de eso la nueva película de Bayona. No hay nada más que lo que podemos ver y oír, y todo aquello que nos estremece.

Esta película es verdaderamente una obra maestra. Me emocionó, me dio esperanza y me mantuvo al borde de mi asiento durante todo el recorrido, acompañada por la magnífica actuación de todos y cada uno de los actores. Felicitaciones al equipo de producción, arte y al resto, es mucho trabajo el necesario para ofrecer un resultado así.

La música, espléndida, corre a cargo del compositor estadounidense Michael Giacchino.

“La sociedad de la nieve” es el resoplido moral de Bayona y ha conseguido lo que quería: crear un pozo sin fondo en lo más profundo de las conciencias, un vacío infinito. La dramatización de estos bocados de realidad es tan impecable como simplemente emocionante.

En el reparto: Enzo Vogincic, Matías Recalt, Agustín Pardella, Tomas Wolf, Esteban Kukuriczka, Francisco Romero, Rafael Federman, Felipe González Otaño, Agustín Della Corte, Valentino Alonso, Simón Hempe, Fernando Contigiani, Benjamín Segura, Luciano Chatton, Agustín Berruti, Juan Caruso, Rocco Posca, Andy Pruss y Esteban Bigliardi todos juntan un obra complicadamente bien construida, tensa y climática con muchos puñados de escenas que ponen los pelos de punta, pensando que no hay más allá de lo que se ve y se oye , solo les quedaba sonido , viento y agua. Acaban dejando un enorme pozo de amargura.

“La sociedad de la nieve” consigue transmitir sensaciones físicas. Todo se conjura para que respiremos un aire frio, muy frio. Véanla.

Premios Goya 2024

Los Premios Goya 2024 coronaron a `La sociedad de la nieve´, de José Antonio Bayona, como la gran vencedora de una noche conducida por Ana Belén y Los Javis. Fueron doce, los Goya obtenidos por el largometraje de Bayona, convirtiéndose en la tercera película más premiada, por detrás de `Mar Adentro´ (14) y `Ay, Carmela´ (13). Tras ella, `20 000 especies de abejas´ logró tres de los quince galardones a los que optaba, en una gala en la que el Goya de Honor fue a parar al director de fotografía, restaurador e investigador Juan Mariné y el Goya Internacional a Sigourney Weaver .

  • Mejor película: `La sociedad de la nieve´.
  • Mejor dirección: J.A. Bayona, por ‘La sociedad de la nieve’.
  • Mejor actor protagonista: David Verdaguer, por ‘Saben aquell’.
  • Mejor actriz protagonista: Malena Alterio, por ‘Que nadie duerma’.
  • Mejor actriz de reparto: Ane Gabarain, por20 000 especies de abejas‘.
  • Mejor actor de reparto: José Coronado, por ‘Cerrar los ojos’.
  • Mejor actor revelación: Matías Recalt, por ‘La sociedad de la nieve’.
  • Mejor actriz de revelación: Janet Novás, por ‘O corno’.
  • Mejor dirección novel: Estibaliz Urresola Solaguren, por20 000 especies de abejas‘.
  • Mejor guion original: Estibaliz Urresola, por20 000 especies de abejas‘.
  • Mejor guion adaptado: Pablo Berger, por ‘Robot Dreams’.
  • Mejor película documental: ‘Mientras seas tú, el aquí y ahora de Carme Elias’.
  • Mejor película de animación: ‘Robot Dreams’.
  • Mejor película iberoamericana: ‘La memoria infinita’ (Chile).
  • Mejor película europea: ‘Anatomía de una caída’ (Francia).
  • Mejor dirección de fotografía: `La sociedad de la nieve´.
  • Mejor sonido: ‘La sociedad de la nieve’.
  • Mejor montaje: ‘La sociedad de la nieve’.
  • Mejores efectos especiales: ‘La sociedad de la nieve’.
  • Mejor dirección de arte: ‘La sociedad de la nieve’.
  • Mejor canción original: ‘Yo solo quiero amor’, de Rigoberta Bandini  en ‘Te estoy amando locamente’.
  • Mejor diseño de vestuario: Luis Suárez, por `La sociedad de la nieve´.
  • Mejor maquillaje y peluquería: ‘La sociedad de la nieve’.
  • Mejor dirección de producción: ‘La sociedad de la nieve’.
  • Mejor música original: Michael Giacchino por ‘La sociedad de la nieve’.
  • Mejor cortometraje de ficción: ‘Aunque es de noche’.
  • Mejor cortometraje documental: ‘Ava’.
  • Mejor cortometraje de animación: ‘To bird or not to bird’.
  • Goya de Honor: Juan Mariné.
  • Goya Internacional: Sigourney Weaver.

Crítica: 20 000 especies de abejas

Estibaliz Urresola Solaguren, directora de cine español, después de estrenar dos cortos con mucho éxito nos presenta, con su primera película “20 000 especies de abejas”, una historia tierna pero al mismo tiempo reflejo de un duro problema. Un magnífico ejemplo de documento testimonial.

Al protagonista le pusieron por nombre Aitor(Sofía Otero), tiene ocho años y no encaja en las expectativas de su mundo de chicos. Todos a su alrededor insisten en llamarle Aitor pero no se reconoce en ese nombre. Él tiene para sí un nombre de chica: Lucía. Su padre y su madre, Gorka (Martxelo Rubio) y Anne (Patricia López Arnaiz), aprovecharán las vacaciones para viajar con sus tres hijos a la casa de su tía Lourdes (Ane Gabarain) y su abuela Lita (Itziar Lazkano), una casa en la que también vivió el padre de Anne y de la que ella conserva bellos recuerdos. Una casa acogedora y su tía Lourdes, una gran especialista en hierbas, en los campos y en abejas. Eso está muy bien para los pequeños en vacaciones.

Esta película de Estibaliz Urresola Solaguren parece que no es una película sino que son varias, un manifiesto político, un proceso creativo y un canto al poder de lo femenino, y además un retrato de mujer y su historia.

“20 000 especies de abejas” contiene además una lágrima incomprendida que delata la sepultada humanidad de la sociedad, evidenciando a un niño escondido, siempre a la espera tras el absurdo del miedo. Su directora y guionista, tan hábil en hacer guiones sólidamente documentados, crea una escena eficaz y se alza en un baluarte de cine serio en el que nada es casual. El film entra en los temas que quiere con múltiples y espinosas vertientes que Urresola jamás olvida; denunciando a la sociedad, en un drama de nuestros días que todos miramos con complejidad sin omitir sus componentes emotivos.

Me encanta que hablen la lengua de su tierra y me encanta el trabajo bien hecho de todo el elenco Sofía Otero, Patricia López Arnaiz, Ane Gabaraín, Itziar Lazkano, Martxelo Rubio, Sara Cózar, Miguel Garcés, Unax Hayden y Andere Garabieta, imposible destacar a alguien por encima de los demás pero vamos a hacer lo imposible y repararemos en Sofía Otero, toda ella contradicción y fragilidad, cruda y liberal, protagonista de esta joya de película que podría elegirse como símbolo perfecto de este género.

Véanla. Es tierna, es sincera y es muy bonita. Lenguas y visiones del mundo, vigencia en su planteamiento, actualidad en el paisaje. En resumen, un film que te llega con la candencia de lo previsto pero también con la insobornable voluntad de denuncia pero sin hacer de ese problema la fuente misma de un goce. Hay en la película un respeto emocionante por todos los personajes y un delicado equilibrio entre lo que se muestra y la necesidad de crear la reflexión que hace esta película tan necesaria. Véanla, es toda identidad.