Crítica: La forma del agua

Del director de cine mexicano Guillermo del Toro, que colabora en el guion con la guionista y productora de televisión americana Vanessa Taylor, llega hasta las pantallas la película “La forma del agua”, gloria política añeja, discurso progresista y utopía.

La película comienza con una voz en off acariciante que nos introduce en el centro de un cuento. Es así como da inicio la historia, Elisa Esposito (Sally Hawkins) es una joven muda que trabaja de limpiadora en un centro estatal de investigación espacial, en Baltimore, a mediados de la década de los 60, en plena lucha por la supremacía espacial entre Estados Unidos y la URSS. Un día, el laboratorio recibe una criatura en forma y rutina de pescado enorme (Doug Jones), capturada por el Coronel Richard Strickland (Michael Shannon) en las aguas de América del Sur. Elisa, enseguida se sintió atraída por el secreto que allí se escondía y sin dejar pasar el tiempo se cuela en la parte privada para visitar al bicho. Ella le hace mimitos, lo alimenta, bueno, le da a comer unos huevos cocidos que curiosamente es la comida que ella utiliza de menú. Pasan pocos días para que la chica que es muda pero tiene perfecto el oído, le ponga música al pez. Elisa Esposito escuchará una conversación que la lleva a solicitar ayuda a su amigo Giles (Richard Jenkins) y a su compañera Zelda Fuller (Octavia Spencer) para salvar a la criatura del peligro que la acecha…

Consciente de que el cine es el arte de dotar la ficción, lo imposible, de movimiento, Guillermo del Toro, ha construido a lo largo de los años un cine orientado a examinar, desde lo lúdico,  las posibilidades formales del subjetivismo llegando a sus últimas consecuencias. Su estética de trazo permanente define la radicalidad de su propuesta. En el cine de Guillermo del Toro parece no haber distancia entre la ocurrencia recién salida de su cabeza y el resultado final. Sus trabajos crean la ilusión de una sincronía precisa entre los procesos cinematográficos del autor. En “La forma del agua”, otra vez, aunque de forma más espinosa y consciente de lo habitual. Monstruo, miedos, temores, maltrato, homosexualidad, estrategias, violencia y un despertar sexual que se trata desde el principio, al mostrar con las primeras escenas la vida íntima de Elisa Espósito.

Un universo oscuro tiñe con su aliento estético toda la película, queda perfectamente expuesto como respuesta rebelde a la descarriada normalidad de las imágenes que vemos en pantalla. “La forma del agua” es un ensayo visual sobre los misterios y las sorpresas de la carne y sobre el mundo privado de la privada política de enfrentamiento. Una muestra más de cómo lo lógico y lo imposible se confunden. El director juega con aire despierto y provocador a evocar un mundo que no es este en el que vivimos, mucho más cauteloso y formal. Lo hace con una técnica resuelta, recreando en los años sesenta una total modernidad de pensamiento. Un film inteligente e innovador. A simple vista una entrañable historia de amor.

A Sally Hawkins solo le hacen falta dos o tres gestos y un ritual que se repite para definir las reglas del juego de su personaje, un personaje que borda sin renunciar al artificio de los cambios, creo que es el valor más destacado de la película. Muy trabajoso el papel de Doug Jones y Octavia Spencer, buenísima en su simpatía de mujer normal. Richard JenkinsMichael Stuhlbarg, Lauren Lee Smith, David Hewlett, Nick Searcy, Morgan Kelly, DruViergever, Maxine Grossman, Amanda Smith, Cyndy Day y Dave Reachill, magníficos, con intensos personajes creados a lo largo del relato.

La música del maestro Alexandre Desplat canta en un querer poner bridas al ardor inconsciente de lo extraño. Una música que se sube a la cabeza y se adentra en el corazón. Perfecta. La fotografía del director de fotografía danés Dan Laustsen, muy adecuada, cubriendo todo cuanto filma con un tono poético

Una película que da para reflexionar y para muchos «por qué»…

 

Sally Hawkins

Sally HawkinsSally Hawkins (Sally Cecilia Hawkins), nació el 27 de abril de 1976 en la ciudad de Dulwich, en Inglaterra.

Ficha en Imdb: http://www.imdb.com/name/nm1020089/

Sus películas en Comentamos Cine:

Crítica: La forma del agua (2017)

Crítica: Godzilla (2014)

Crítica: Blue Jasmine (2013)

Crítica: Grandes esperanzas (2012)

Crítica: Nunca me abandones (2010)

Crítica: Flor del Desierto (2010)

Crítica: An education (2009)

Crítica: Godzilla

Cartel de GodzillaVamos con una de acción, ficción conocida para adornar la cruda realidad. Un reto a cargo del director estadounidense Gareth Edwards. Crítica de la película “Godzilla”. En el argumento hay poco que contar: un monstruo marino, producto de mutaciones radioactivas, se enfrenta a malvadas criaturas que, animadas por la arrogancia científica de la humanidad, amenazan la vida de los hombres. “Godzilla” es una película de ciencia ficción y, en esta ocasión, es casi como las que habíamos visto con anterioridad pero con ciertos elementos novedosos. Claro que el tiempo no pasa en balde, aquí hay muchos efectos especiales y todo parece más real y, sin que la historia se aparte de sus cánones, la trama se centra de forma más exclusiva en el monstruo. Con guión de Max Borenstein, Dave Callaham y Frank Darabont, y argumento de David S. Goyer, “Godzilla” tiene el privilegio de una mirada interrogante y no conformista, que no se despliega reproduciendo las anteriores cintas, sino que investiga, con una puesta de escena autónoma, en la trastienda de lo ya visto. Por eso, “Godzilla” no trascurre nunca en paralelo, siempre es una línea continua, no hay cosas que pasen al tiempo sino una detrás de otra, echando mano a la estética de la acción se sumerge en ese universo de explosiones y destrucción, edificios por los suelos y aviones como pájaros anémicos en la historia del monstruoso ser, adornada cada imagen por la música de Alexandre Desplat (que por primera vez noto demasiado estrepitosa) y la excelente fotografía de Seamus McGarvey. Imagen de GodzillaDemasiado larga y con una estructura no siempre igual de productiva, no es ésta una película imprescindible. Yo creo que gracias a los medios actuales es la mejor versión que se ha hecho, ¿pero era necesario este remake? Una película que ha salido sumamente cara y no dice nada nuevo, solo destaca el brillo de los artefactos. A pesar de todo, supone el trayecto vital y artístico de un grupo de profesionales, el empeño de un colectivo y sus colaboradores que se dan cita en una pantalla para sacar adelante la esencia de su espectáculo. El ambiente denso y cargado de muchas imágenes se contrapone con el aire que Gareth Edwards ha dado a sus intérpretes. Aunque en este tipo de obras se suele pasar por encima de las interpretaciones y bajamos nuestro nivel de exigencia, “Godzilla” tiene una excelente factura si hablamos de su elenco: Aaron Johnson, Ken Watanabe, Elizabeth Olsen, David Strathairn, Bryan Cranston, Sally Hawkins, Juliette Binoche, CJ Adams, Richard T. Jones, Al Sapienza y Patrick Sabongui, un lujo completamente entregado que hace yacer al final un epílogo que podría decir: ¡¿era necesario tanto para este producto?!

Crítica: Blue Jasmine

Cartel de Blue JasmineElegante película. Su director sabe rodearse de un equipo realmente equilibrado y bien compenetrado, juntos logran la hazaña de realizar una buena película. Crear películas para Woody Allen, declaró en cierta ocasión, es como el juguete para un niño, imprescindible Crítica de “Blue Jasmine”.

Con dirección y guion de Woody Allen, surge una nueva historia que retrata principalmente a Jasmine, (Cate Blanchett) una mujer rica, muy estilosa, de la alta sociedad neoyorquina, que vive con su marido Hal (Alec Baldwin), un hombre poderoso vinculado a las finanzas, y el hijo de éste. Un día se encuentra sin dinero y sin casa. Sin tener dónde acudir piensa en su hermana que vive en San Francisco, Ginger (Sally Hawkins), una mujer joven, empleada de un supermercado que vive con su novio en un apartamento humilde. Jasmine continuamente se lamenta de su suerte y se refugia en los antidepresivos y en recordar su antigua vida en Manhattan. Hay mucho pasado reunido en su cabeza, mucho lujo y mucha frustración.

La música de “Blue Jasmine” procede de los neoyorquinos años cincuenta, música predilecta del director, que abre la película con el personaje principal a bordo de un avión en un vuelo desde la ciudad de los rascacielos a San Francisco. Con hábil y bromeada maniobra, Allen la saca del aparato y la pone en camino hasta la puerta de la casa de su hermana.


Woody Allen
tiene el guion perfecto para hablar de la ambición del capitalismo, los hombres y la fama. Desarrolla también un breve ensayo sobre la mujer pero lo pongo en último lugar porque creo que, aunque parezca lo contrario, es lo menos importante del mensaje que nos quiere dar. Toda la trama se inunda con el paso de personajes secundarios adicionales unos más creíbles y otros más propios de la caricatura, como ya es habitual en las películas de este director.

Imagen de Blue Jasmine

“Blue Jasmine” es amena de principio a fin, no de forma directa a causa de la eficacia y el encanto con que Cate Blanchett explora en sus problemas, sino también porque es una película extremadamente inteligente. Allen en esta ocasión nos hace reír menos, obligándonos a pensar más, a deducir significados entre sus viñetas y sus flashbacks inconfundibles. Este viaje a la desdicha, la paranoia y la desolación es un rico conjunto de trabajo con un acertado estudio de personajes seductores y complejos. Que esté en su mayoría situada en San Francisco con lo que ello lleva de simbología y que en el momento preciso del drama aparezca la impresionante imagen del Puente Golden Gate,  alude sin duda al entramado que subyace en la película, y en el que todos pensamos cuando salimos de ver “Blue Jasmine”.

Cate Blanchett ha logrado una buenísima interpretación, el resto queda en manos de su director, que sabe dosificar el examen, apoyándose lo necesario en actores y guión. Impecable Sally Hawkins, y la fotografía de Javier Aguirresarobe. El resto de los actores: Peter Sarsgaard, Alden Ehrenreich, Louis C.K., Michael Stuhlbarg, Bobby Cannavale, Andrew Dice Clay, Max Casella, Tammy Blanchard cumplen con sus papeles y aún más. Lo único que puedo decir no favorable sobre “Blue Jasmine” son mis pegas sobre el doblaje al español, si pueden, véanla en versión original.

Nos queda justo un año para ver la próxima película del maestro: “Magig in The Moonlight”, ahora disfrutemos de “Blue Jasmine”, la recomiendo.

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