Crítica: Colette
23 noviembre 2018 Deja un comentario
Wash Westmoreland, escritor y director de cine, nacido en Reino Unido y con residencia en Los Ángeles coescribe el guion de esta película con el también cineasta americano Richard Glatzer y con la dramaturga inglesa Rebecca Lenkiewicz. “Colette”
La película habla de la vida de la emblemática autora francesa Sidonie-Gabrielle Colette, novelista, periodista y guionista, mujer ante todo de fama internacional por sus destacadas inquietudes en muchos ámbitos, además de por la magnificencia que trasmitía en novelas como “Claudine en la escuela”, “Chéri”, “La gata” y tantas otras. Fue conocidísima, querida y odiada en Francia por su sensibilidad, su transgresión y su crítica a la sociedad, que irremediablemente la manejó a su antojo durante mucho tiempo. La novela “Gigi” produjo uno de los revuelos más significativos en su contra, más tarde la pudimos ver en la gran pantalla de la mano de Vicante Minnelli,con gran éxito y reconocimientos.
Colette, en esta película, es Keira Knightley, y su marido, el también autor y editor Henry Gautheir-Villas “Willy” es Dominic West. Lo que quiere transmitir el director es la parte inicial de la vida activa en la literatura de Sidonie-Gabrielle Colette. Una vida llena de estrategias para reducirla como mujer y permitir a su marido impedir su capacitación. En este caso fue más que eso… Wash Westmoreland traza modos y maneras en el drama para demostrarnos que la descarada dilatación de los prejuicios de la sociedad de las primeras décadas del siglo XIX continuaban conviviendo con nosotros en sus últimas décadas e incluso durante muchas décadas del XX.
“Colette” mimetiza hasta el delirio el drama en la belle pop francesa y Keira Knightley para que disfrutemos con un ejercicio de estilo, pone en su interpretación, fantasía, acción, ternura y espectáculo sin más complicaciones. La película de Wash Westmoreland creo que quiere reflexionar sobre el tratamiento de la mujer-objeto, presente en toda la intención del segundo personaje, el marido, perviviendo y marcando fuertemente ese fin, con el derecho al privilegio que adquiere un humano con poder. Westmoreland juega con la mezcla de sentimientos con sabiduría, conciliando la crítica al machismo: la mujer, no puede más, se rebela. Una película sin demasiado análisis psicológico y con toda la elegía y el canto a la naturaleza agreste. A destacar el uso de los maravillosos trenes de aquellos tiempos, imágenes que sirven de alegoría de la existencia humana, imaginada como un viaje más o menos feliz y con distintas paradas en su recorrido. “Colette” retrata una historia más rica de lo que permite un metraje cinematográfico. «Colette» da buena cuenta de las habilidades y el talento de Westmoreland, destacando una vida que fue mucho más que un símbolo, fue una realidad palpable que le permite subir hasta convertirse en un ejemplo.
Con un montaje espléndido y una partitura exquisita de Thomas Adès, que crea atmosfera poética, los actores y actrices: Keira Knightley, Dominic West, Denise Gough, Fiona Shaw, Robert Pugh, Rebecca Root, Eleanor Tomlinson y Aiysha Hart, resultan excelentes. La tenue fotografía de Giles Nuttgens, más la confianza de director en la inteligencia del espectador para que ponga de su parte el sentido más íntimo a la incompleta historia, hacen de “Colette” un documento imprescindible que vuelca su interés en el mundo de la mujer, castigado, más allá de toda lógica.
El robo de la voz femenina. Véanla.
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