Crítica: Passengers

Del director de The imitation game, Morten Tyldum, y el guionista de Prometheus”, Jon Spaihts, nos llega una nueva obra. Crítica de la película “Passengers”.

Cuando el silencio de la sala se rompe, aparecen en la pantalla estrellas, meteoritos y una nave espacial interestelar, esa nave tan sofisticada que viaja con piloto automático se llama Avalon y transporta a cinco mil personas en un recorrido que durará 120 años, van a un planeta desconocido.Tras el impacto con un gran meteorito tiene una avería en la computadora de las cápsulas de hibernación. Como resultado, Jim Preston (Chris Pratt), un ingeniero mecánico y pasajero se despierta 90 años antes del final del viaje. Se encuentra completamente solo en la nave, en compañía solo de robots, sobre todo de Arthur (Michael Sheen) un camarero con el que Jim hace buenas migas. A Jim se le hace el tiempo eterno por eso intenta volver a hibernar, pero tras muchos meses de intentos fallidos renuncia a seguir con la idea. Ha pasado casi un año, su estado mental comienza a debilitarse, -creo o quiero creer…-, entonces comienza a desarrollarse en él la crueldad de despertar a Aurora Lane (Jennifer Lawrence), una joven y guapa pasajera, dormida dentro de su cápsula de hibernación.

“Passengers” comienza prometiendo, en la mejor línea de efectos. Filmado con precisión y con una atmósfera clara y envolvente. Su escenografía es magnífica y todo transcurre perfecto durante los primeros 60 minutos, hasta aquí logra algo de triunfo, algo heroico, es otra película más apelando a la tradición de film espacial. Llegado ese momento la historia es distinta, en un registro completamente alejado de la relectura, describe en su planteamiento formal que parte del universo de la historia desemboque en un crudo melodrama. En un ejercicio amoroso, inhumano, machista y relamido. Boicoteando ferias estelares construyen un modelo de nuevo tema que renuncia a la perfección. Una vacilación que la afea innecesariamente. Decide saltarse su propia propuesta, la base de su argumento, incluso el tono. Se convierte en algo que no tiene nada que ver con el inicio.

Mucho hubiera conseguido Morten Tyldum si en esta historia no hubiese contado con cupido.

En el reparto quiero destacar a Michael Sheen, me parece que hace un papel que da contraste a la historia, con su mirada de fría cercanía y cierto atisbo de cruel justicia o sutil venganza. Jennifer Lawrence, siempre, desde que vi su primera interpretación me ha gustado mucho, en “Passengers” nuevamente se mete en la piel de un personaje lleno de dulzura y belleza, solo su personaje exento de florituras prende: esa alegría primera, la ilusión del amor, la tragedia más tarde, el terror de su norte, una valiosa interpretación. Chris Pratt tiene un personaje con el que es imposible empatizar a pesar del buen hacer del intérprete, es él el que carga con el peso de la película y llena la pantalla con su verde mirada. Andy García, Julee Cerda, Kara Flowers y el resto de actores y actrices ayudan a sacar adelante una película que es el resultado decepcionante de algo que podría haber sido fantástico. La música maravillosa del compositor Thomas Newman, la fotografía del mexicano director Rodrigo Prieto.

Esperamos que sea el aislado tropiezo de un incasable director que ya tiene en puertas su próxima película. Esperábamos más porque ya nos había dado más…

Crítica: El renacido

El renacidoExiste una gran diferencia entre sus más destacadas obras: “21 gramos”, “Amores perros” “BiutifulyBirdman y el nuevo trabajo que nos presenta el director de cine Alejandro González Iñárritu,  con guión de Mark L. Smith y él mismo inspirándose en la novela “The Revenant: A Novel de la venganza”, de Michael Punke. Crítica de la película “El renacido”.

Corre el año 1823. En las profundidades de la América salvaje, el explorador Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) participa junto a su hijo mestizo Hawk en una expedición de tramperos que recolecta pieles. Glass resulta gravemente herido por el ataque de un oso y es abandonado a su suerte por un traicionero miembro de su equipo, John Fitzgerald (Tom Hardy). Con la fuerza de voluntad como su única arma, Glass deberá enfrentarse a un territorio hostil, a un invierno brutal y a la guerra constante entre las tribus de nativos americanos, en una búsqueda implacable para conseguir vengarse.

Alejandro González Iñárritu siempre ha puesto mucho de sí mismo en sus películas, su héroe aquí es un hombre enamorado de la belleza natural y del amor de su familia pero no puede ser feliz con ellos y vive ese periplo errante en el que el espectador participante. González Iñárritu se muestra tan optimista, tan lleno de confianza en el personaje cuya fortaleza va sobreviviendo a todos los peligros que, para él, ha diseñado una naturaleza crudamente bella que además, a veces, precisa y amplifica. El personaje del alma, el fin, el logro, las metáforas, los mensajes entre líneas, la vida e incluso el éxito del “El renacido” es Leonardo DiCaprio, fundido a plomo en la piel de Hugh Glass. Un personaje muy elaborado por el actor, sin un buen guion fuerte que lo ampare, y junto a Alejandro González Iñárritu con su prodigiosa cámara, hacen grande una historia que permanecerá en la mirada y en la supervivencia del recuerdo por esta película.

Imagen de El renacidoLa música de Carsten Nicolai y Ryûichi Sakamoto aporta pasajes que subrayan la acción, interposiciones sentimentales y secuencias épicas y solemnes. La fotografía de Emmanuel Lubezki desarrolla un relato visual vibrante, con escenas de palpitante belleza combinadas con imágenes casi documentalistas. En el reparto como ya he dicho, una grandiosa interpretación de Leonardo DiCaprio sin olvidar uno de los primeros papeles que borda igualmente Tom Hardy. Los actores secundarios hacen una armoniosa y dramática interpretación en la historia destacando a Domhnall Gleeson, Will Poulter, Forrest Goodluck, Paul Anderson, Kristoffer Joner, Joshua Burge, Duane Howard, Melaw Nakehk’o,Fabrice Adde, Arthur RedCloud, Christopher Rosamond, Robert Moloney, Lukas Haas, Brendan Fletcher, Tyson Wood y McCaleb Burnett.

Por lo que respecta al conjunto de la obra, a mí me parece que es un trabajo serio. “El renacido” no es solo una historia, es un espectáculo visual, llevando al espectador a la antigüedad lo conduce al interior de un mundo hermosísimo y plácido incrustándole en una intriga de supervivencia que se ameniza por el sonido maravilloso de los ambientes originarios y, como ya he dicho, por la música insuperable.

Creo que es una película que hay que ver. Película de un personaje, un personaje preeminente. Bravo por DiCaprio.

 

Crítica: Los odiosos ocho

Los odiosos ochoPara cualquier amante del cine de acción Quentin Tarantino es un director por el que firmes y gustosos pasamos al berenjenal de su mente privilegiada. Su nuevo trabajo resucita el poder de su universo, su humor negro y sangriento y da un impulso al tiempo de la perfección. Crítica de la película “Los odiosos ocho”.

La sinopsis de la productora dice: Pocos años después de la Guerra de Secesión, una diligencia avanza a toda velocidad por el invernal paisaje de Wyoming. Los pasajeros, el cazarrecompensas John Ruth (Kurt Russell) y su fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), intentan llegar rápidamente al pueblo de Red Rock, donde Ruth entregará a Domergue a la justicia. Por el camino, se encuentran con dos desconocidos: el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), un antiguo soldado de la Unión convertido en cazarrecompensas de mala reputación, y Chris Mannix (Walton Goggins), un renegado sureño que afirma ser el nuevo sheriff del pueblo. Como se aproxima una ventisca, los cuatro se refugian en la Mercería de Minnie, una parada para diligencias de un puerto de montaña. Cuando llegan al local se topan con cuatro rostros desconocidos. Bob (Demian Bichir), que se encuentra allí refugiado junto con Oswaldo Mobray (Tim Roth), verdugo de Red Rock, el vaquero Joe Gage (Michael Madsen) y el general confederado Sanford Smithers (Bruce Dern). Mientras la tormenta cae sobre la parada de montaña la vida sigue dentro de la mercería.

Con Quentin Tarantino y su explosión de psicopatías tenemos un magnífico abanico de texturas marcadas en el mejor acope de recuerdos: en 1992, “Reservoir Dogs”, en 1994, “Pulp Fiction”, un año después, “Four Rooms”, en 1997,  “Jackie Brown”; algo después, en 2004 “Kill Bill”, en 2005 “Sin City”; en 2007, “Death Proof”, en 2009, “Malditos bastardos” y en 2012 “Django desencadenado”. De la película que este año nos presenta, “Los odiosos ocho”, es prácticamente imposible contar detalles sin spoiler. Sólo diré que los primeros veinte minutos de la cinta transcurren admirables por la peculiar forma de detallar que tiene Tarantino. Imagen de Los odiosos ochoPaisajes inigualables donde se funden los personajes que van apareciendo, sin prisas. La nieve y la música son los dueños y protagonistas de esa parte del film, dejando a los miembros de la historia que se va avecinando, un relax y un tiempo para meterse en faena. Es, sin embargo, a medida que va avanzando el relato y andan despachando historias, cuando el espectador se da cuenta de que todos los protagonistas aportan el granito de arena que guardaba el director en la manga, aunque no todos en la misma forma, sí con la misma intensidad llegando a alcanzar grandes cotas interpretativas. Tarantino se ha obstinado en presentarnos personajes casi como héroes románticos y hacerlo desde una perspectiva desde luego totalmente violenta y terrorífica y con esos personajes el espectador se embarca tranquilo en la aventura; solo son personajes de ficción, son el rigor milimétrico de un director diferente y genial.

Los actores están soberbios, las actuaciones carismáticas, muchos de ellos se acercan a su mejor nivel. El elenco es muy amplio y ninguno desentona, especialmente me gustaría resaltar el papel de Samuel L. Jackson, Kurt Russell, y sobre todo a Jennifer Jason Leigh una mujer entre muchos hombres que destaca de forma brillante, pero como digo todos, Bruce Dern, Tim Roth,Dana Gourrier, Demian Bichir, Walton Goggins, Michael Madsen, James Parks,Channing Tatum, Zoë Bell, Lee Horsley, Gene Jones, Keith Jefferson, Craig Stark y Belinda Owino cumplen su función a la perfección e interpretan su rol de manera muy creíble y ajustada, unos personaje muy bien definidos y que sin duda evolucionan a lo largo de la interpretación. El apartado musical es para Ennio Morricone, ideal, y la fotografía de Robert Richardson, impresionante.

Deslumbrada por el ambiente y la trama es casi imposible no estar centrada en la pantalla, hasta un final espectacular. Muy bien contada “Los odiosos ocho”.

Antes de acabar, recordar los «guiños históricos» de su cine y el hecho de enamorarse de una buena película y de la inútil esperanza que cualquier ser humano tiene de encontrarse con un futuro brillante, acunado en brazos de la venganza ya sea el color de su piel blanco o negro.

“Los odiosos ocho”, ese cine sin consentimientos, casi exánime, que no interpela con pasividad, sino con la energía y la violencia de su legitimidad.

Crítica: Sicario

SicarioEl escritor y director de cine franco-canadiense Denis Villeneuve creador de “Incendies”, en 2010, nos sorprende este otoño con un guion escrito por Taylor Sheridan. Un derroche de tensión constante. Crítica de la película “Sicario”.

La sinopsis de la productora dice así: en la zona fronteriza que se extiende entre Estados Unidos y México, una joven e idealista agente del FBI Kate Macer (Emily Blunt) es reclutada por una fuerza de élite del Gobierno para luchar contra el narcotráfico. Bajo el mando de un asesor enigmático y de turbio pasado, Alejandro (Benicio Del Toro) el equipo emprende una misión clandestina que lleva a la mujer a cuestionarse sus convicciones con tal de sobrevivir.

La película “Sicario” ha sido filmada en Ciudad Juárez y El Paso, México, reflejando esa zona conflictiva con el fin de hacer un trabajo totalmente verídico. Hay en esta enfática y violenta película, un infierno gráfico que no siempre es de agradecer, especialmente si se trata de recrear escenarios tan abrumadoramente macabros. Estamos de acuerdo en que quiere expresar lo que ocurre, y sí,  es buena la recreación, la ambientación y los elementos a denunciar que nos remiten a ese mundo infesto, ¿pero es necesario ser tan explícitos? Denis Villeneuve ofrece al espectador escalofríos continuos para mostrar la intriga evidente del narcotráfico, conspiraciones políticas, bestialidad trepidante y algún vuelco argumental. Quizás eso que a mí me desagrada es lo que hace a la película más grande, “Sicario” es un film imprescindible y brutal a partes iguales. Imprescindible porque el retrato está perfectamente enfocado hacia ese mundo donde la vida no tiene valor. Brutal porque en su dureza coloca al espectador ante el hecho de esa realidad que aunque seamos conscientes de ella parece que estuviera muy lejana. Villeneuve retrata a los personajes con una mirada más crítica que cómplice y se permite jugar con contextos que están en el aire pero que siguen ocultos entre papeles oficiales.

Imagen de SicarioEl director va al grano con su asfixiante tensión. En “Sicario” no hay metáforas lo que muestra es lo que es, lo que vemos de esa forma tan angustiosa.

El buen uso de la fotografía de Roger Deakins y la afirmación de la música de Jóhann Jóhannsson consiguen un resultado enfático, pero la mayor fascinación, por supuesto, de “Sicario” proviene de la presencia de Benicio Del Toro intensivo y atrayente, sobre el cual recae el peso de un personaje complicado. Emily Blunt tiene un papel básico en la trama, un protagónico centrado en su presencia que llena toda la piel del personaje muy acertadamente. Destacada la interpretación de Josh Brolin.  Victor Garber, Jon Bernthal, Jeffrey Donovan, Daniel Kaluuya, Maximiliano Hernández, Dylan Kenin, Frank Powers,Bernardo P. Saracino, Edgar Arreola, Marty Lindse y Julio Cedillo, completan un reparto muy bien elegido.

No quiero comparar  a “Sicario”, ni a “Traffic” ni a la exitosa “No es un país para viejos” pero me atrevo a decir, que posiblemente sea la película de 2015 más dispuesta a colmarse de éxitos.

El cine es magia y los espectadores unos privilegiados por tener tantos mundos ante nuestros ojos.