Crítica: Therese D

Cartel de Therese DSe estrenó en España el viernes 20 de septiembre. Obra póstuma de Claude Miller, fallecido el 4 de abril de 2012. Crítica de la película “Thérèse D”.

“Thérèse D” es una película pequeña que destaca. Se centra en Thérèse (Audrey Tautou), una joven mujer de principios del siglo XX. Casada por obligación con Bernard Desqueyroux (Gilles Lellouche), insensible a los placeres de la carne, insatisfecha en el plano intelectual y, en general, aburrida de esperar, Thérèse, en un arrebato absurdo y desesperado, intenta envenenar a su esposo. Una vez desenmascarada, Thérèse cae en desgracia al haber deshonrado a su familia y a su marido. Ahora, además, tendrá que enfrentarse a la justicia.
Segunda adaptación a la pantalla grande de la novela homónima del poeta y literato francés François Mauriac, la primera fue efectuada por el realizador George Franju con el título: “Relato Intimo”, en 1962.  Claude Miller y Nathalie Carter dan forma a un guion fiel creando una película que respeta escrupulosamente las estructuras básicas del original.

Nos encontramos ante el último trabajo de la vida de Miller, un frugal drama de época. El director nos sitúa ante una narración transparente, en la que el ambiente se capta desde una óptica desapasionada, gracias a la transformación visual que nos brinda, abriendo una galería expresiva y variada de jugosos personajes. “Thérèse D” es enorme en su costumbrismo, inmensa en el ritmo pausado, grande en técnica fílmica. Sobria. Austera en su exposición e intencionadamente fría en casi todo el metraje. Con un ligero y exquisito toque clásico. Es conmovedora, equilibrada y muy bien narrada, eso hace que se asuma a la perfección. Creo que otorgarle virtudes es muy fácil, tal vez porque Miller creaba un cine con un tratado muy personal, como un estudio de mirada crítica hacia la sociedad, alejada de los límites lucrativos. Un cine donde lo que vemos va directamente a nuestras sensaciones, sin retoricas ni explicaciones añadidas.
La música de Mathieu Alvado fluye lenta pero constante a base de grandes elipses. La fotografía de Gérard de Battista, tan exquisita como las vistas que recrea.
En laImagen de Therese D interpretación, Audrey Tautou es estupenda, con solo su presencia traspasa. Impone sus miradas y su talante, forjando un personaje como testigo incrédulo de su propio mundo. Hombres, hija, relaciones, soledad, desamparo, conflictos internos: el proceso de crecimiento de una mujer que va perdiendo la ingenuidad sin adquirir consciencia personal de lo que le acontece. El resto del reparto: Gilles Lellouche, Anaïs Demoustier, Catherine Arditi, Isabelle Sadoyan, Francis Perrin, Jean-Claude Calon, Max Morel, Françoise Goubert, Stanley Weber, cada cual hace una representación muy adecuada al personaje que representan.

Pese a todo lo mencionado, al magnetismo que desprende y las pródigas cualidades mencionadas, la película no destaca verdaderamente, la causa principal es que la definición del personaje principal no provoca que el espectador se solidarice con ella, no te hace sentir a la mujer como tal. Más allá de esto, la película no pierde la magia y es totalmente recomendable. Simplemente y nada menos que la historia de una mujer en su infierno privado. Un títere del sistema. Véanla.

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