Crítica: La delicadeza
16 julio 2012 4 comentarios
Una película que a pesar de ser un drama no pretende serlo, acercándose más bien a una fábula romántica en forma de comedia para analizar la conducta de una relación. Crítica de la película “La delicadeza”
A lo largo de su corta trayectoria como contador de historias, David Foenkinos ha disfrutado de un éxito espectacular. Siempre en sus libros encierra relaciones de pareja tratados con ternura y con una romántica diligencia de humor. Su excepción la dedicó a su ídolo, John Lennon, del que realizó una biografía imaginaria sobre la vida y la obra del músico. Posiblemente este libro haya tenido mucho que ver con que Foenkinos sea conocido y admirado internacionalmente. El caso es que, sin llegar a extremos de que su literatura sea de escándalo, sus libros tienen una gran repercusión. Para sus lectores, este autor traspasa la barrera del convencionalismo novelesco, colocándose al lado de lo absurdo y delicado. La agradable sensación que me produce la literatura del joven escritor francés y la presencia dulce y encantadora de Audrey Tautou me llevó ayer a ver esta película.
Es la historia sencilla de Nathalie (Audrey Tautou) y Francois(Pio Marmaï). Son una pareja muy enamorada. Tienen una relación, se casan y son tremendamente felices. Ella, guapísima, él más guapo aún. Tienen todo cuanto necesitan, sus días son maravillosos en ese entorno delicioso de las calles de París. Pero un día Francois muere en un accidente y Nathalie se sume en un tremendo dolor. Pasada la etapa de duelo, casi tres años, el amor llama de nuevo a su puerta de la mano de Markus (Francois Damiens), un compañero de trabajo poco agraciado, pero que rebosa ternura.
“La delicadeza” está dirigida por el propio autor de la novela, David Foenkinos y por su hermano Stéphane. David, también autor del guion. Los hermanos Foenkinos desarrollan con “La delicadeza” su primera incursión en la gran pantalla.
La película no nos entrega nada nuevo, no te inquieta ni te cautiva, quizás incluso el relato adolezca de una importante carencia de diálogos. “La delicadeza” es ante todo un canto a la dignidad del ser humano y a la necesidad de que seamos aceptados como somos, sin que se base nuestra vida en la apariencia exterior, un despertar al amor y a la imaginación que acoge el sentido pedagógico de la desigualdad física, tan cuidadosamente calculado como su estudio de los dos primeros personajes que fluyen tranquilos a través de su ritmo pausado y su mirada sobria y contenida.
Todos los actores están en un alto nivel acorde con lo que requiere el guion. Los hermanos Foenkinos convierten una pequeña historia en un agradable fruto visual, con una fusión de estilos entre el drama, la comedia y el romanticismo. Los pequeños guiños con la música de la compositora francesa Émilie Simon, y la fotografía de Rémy Chevrin, todo estudiado al milímetro encajando a la perfección.
Audrey Tautou excelente, sus ojos interpretan más allá de lo imaginable, ¿Qué decir del soberbio actor Francois Damiens? Pues que está genial, la película es perfecta en cuanto a interpretación. Mención especial para Bruno Todeschini, Melanie Bernier, Josephine de Meaux y Monique Chaumette.
“La delicadeza” fue nominada a mejor opera prima y mejor guion adaptado en los últimos Premios Cesar.
Gracias al penúltimo párrafo me senté en la butaca, y después, dí la razón al antepenúltimo, “ no nos entrega nada nuevo, no te inquieta ni te cautiva”.
La eterna historia de “la bella y la bestia” incontables veces repetida.
Saqué el bono renoir que os recomiendo. Me acerca a la urbe y a las concentraciones más de lo que mi calma quisiera. Pero las películas son exquisitas.
http://www.eleconomista.es/boxoffice/analysis/2012/la-subida-del-iva-descoloca-la-industria-del-cine/
Os sugiero ver a la gran Meryl Streep, devorando a la dama de hierro, más dama, más actriz e historia edulcorada.
Saludos cinéfilos.
Es un premio lo que nos dices y el artículo que adjuntas. Es verdad que la cultura no es bondad del azar, la cultura es tan necesaria para todos como prescindible para algunos, de ahí nos quitan… y contra la fuerza nada… Aún no me repongo de la rabia, no poder asistir al cine o al teatro por culpa de los precios, ojalá hubiera alguien cuerdo en este país.
Gracias y saludos
Gracias Marel, has conseguido que sienta la inquietud de buscar a David Forenkinos (al que no conocía) como autor y como director.
¿Y qué tal fue ese encuentro, Lily? ¿Te ha gustado?
Un abrazo