Crítica: El lado bueno de las cosas

Cartel de El lado bueno de las cosasMattew Quick es el escritor autor de la novela en que se basa la nueva película del director, guionista y productor norteamericano David O. Rusell. Crítica de la película “El lado bueno de las cosas”.

Tras pasar ocho meses en una institución mental por agredir al amante de su mujer, Pat (Bradley Cooper), con trastorno bipolar, vuelve con a vivir a la casa de sus padres, el señor Pat (Robert de Niro) y la señora Dolores (Jacki Weaver). Viene preparado para  tener una actitud positiva y olvidar todo lo pasado. La institución mental ha puesto como condición para su libertad que visite a un terapeuta, el doctor Cliff Pattel (Ampam Kher) pero nada más llegar las cosas se complican cuando piensa que debe recuperar a su ex-mujer. Pasan los días, hasta que Pat conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence), una mujer viuda con muchos problemas de vecindad; al principio los dos son remisos a comenzar algo que no sea una mera amistad entre vecinos, pero pese a su mutua desconfianza inicial, entre ellos pronto se desarrollará un vínculo muy especial que les ayudará a encontrar en sus vidas el lado bueno de las cosas.

Aunque sean tan distintas entre sí las películas que hasta ahora ha rodado David O. Rusell, (“Tres Reyes” y “Fighter”), “El lado bueno de las cosas” tiene un denominador vagamente común, son historias de aprendizaje protagonizadas por personajes heridos.

El lado bueno de las cosas”, en su inicio, avanza de modo un tanto reservada dejando, sin embargo, claras sus intenciones desde los primeros instantes y motivando al espectador a seguir el divertido e interesente viaje que el realizador propone. Para todo ello, David O. Rusell maniobra con gran acierto, dejando lugar y espacio para que sus personajes se puedan desarrollar sobradamente y se puedan llegar a entender sus diversas estimulaciones.

el lado bueno de las cosas 2El lado bueno de las cosas” camina con buena estética en conjunto pero sin nuevas ideas ni giros inesperados, desde un principio es atractiva pero carece de momentos impactantes, no inventa ni crea estilo a pesar del conjunto de situaciones y diálogos muy interesantes. Su pilar es el guión, que hace reflexionar al espectador y entre situaciones divertidas nos muestra una  sociedad que trata de traspasarnos modos de vida, trata de sacudirnos de un lado a otro, nos hace dependientes y fáciles para perdernos en su vorágine vertiginosa.

El resultado es una comedia con algún arrimo dramático que despierta risas en el público. La austeridad interpretativa de Bradley Cooper se fusiona con el guión bien escrito y una buena dirección de actores. Es una película en la que su naturalidad nunca resulta artificiosa aunque nos la muestren exagerada. Bravo por el recuperado Robert de Niro que por fin tiene un papel donde volver a demostrar su calidad de buen actor. Todo el reparto hace un trabajo fabuloso. En cuanto a la resolución de “El lado bueno de las cosas”: yo le hubiera puesto menos azúcar.

Su mensaje: no se debe avanzar volviendo perpetuamente hacia atrás, hacia un pasado que se niega a marchar, que te tú niegas a que se marche.

Su reflexión: ¿qué es locura?

¿Quién nos dice qué es cordura y qué chifladura?

¿Donde están los límites?

Crítica: Django Desencadenado

Cartel Django DesencadenadoEl invierno es propicio para el cine de películas de larga duración con reflejos de historia. “Django Desencadenado” es una de ellas, del frenético e incomparable maestro de la violencia y la acción, el loco fetichista, el buen contador de historias, Quentin Tarantino. Es intenso y no lo esconde, lleva su energía como una segunda piel.

Lo hemos visto en la pantalla una y otra vez. Bien en la insólita Reservoir Dogs, en la rompedora Pulp fiction, o en la buenísima combinación de Kill Bill, nos hizo imaginar visualmente en Sin city, Ciudad del pecado, o en la determinación atrevida que nos impuso con Malditos Bastardos. Con “Django Desencadenado” nos sitúa dos años antes del estallido de la guerra civil norteamericana, King Schultz (Christoph Waltz), un cazador de fugitivos alemán que le sigue la pista a unos asesinos, le promete al esclavo negro Django (Jamie Foxx) dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Terminado con éxito el trabajo, Django prefiere seguir al lado del alemán y ayudarle a capturar a los delincuentes más buscados del Sur. Se convierte así en un experto cazador de recompensas, pero su único objetivo es rescatar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington), a la que perdió por culpa del tráfico de esclavos. La búsqueda llevará a Django y a Schutz hasta Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), el malvado propietario de la plantación «Candyland».

Con un comienzo suave y sensible, este film no asalta a través de los sentidos; los primeros diez minutos son impresionantes, es en esos minutos donde se despliega la historia, antes de que pase el tiempo el director apaga toda tranquilidad y avanza por el arduo terreno justiciero, en ese período ya estamos sumergidos en un producto serio, contundente y aleccionador.

Django Desencadenado” no se queda en una mera exhibición de una película de western-acción, sino que se dilata ofreciéndonos surtidos momentos de humor y una corriente de escenas hilarantes y violentísimas, pero ni los chistes ni ese tono impetuoso eclipsan el velado núcleo emocional, ésa es la diferencia de este western y otras películas similares: su accesibilidad. Tarantino cuando rueda acostumbra a calzar unos zapatos que lo mantienen firme asegurando todo lo que filma con un poder que otorga ese tono grandioso a sus, por lo demás, estrictamente entrañables imágenes. “Django Desencadenado” no cuenta una historia sino un episodio en el nutrido paso de la historia, Tarantino no repara en mostrar la violencia de ese mundo natural: humanos que son fieras que humillan y destrozan a humanos.

La fotografía presenta una narración visual atractiva, el guión se ajusta a las líneas básicas de lo que quiere transmitir su autor, frescura en los diálogos y frescura en sus sentencias, ácidas e irónicas. Tarantino distribuye la acción entre los protagonistas de modo equilibrado y describe los personajes con precisión. Los diálogos son claros y contundentes, los personajes bien estudiados: el doctor Schutz funciona como reivindicador de los derechos de los negros, no le gustan los ricos del Sur y la forma en que tratan a los pobres esclavos y además de ser bondadoso es un tipo listo. Un personaje bien dibujado e imprescindible, aunque por este papel Christoph Waltz esté nominado a los Oscar como mejor actor secundario, su papel aquí está a la altura de Jamie Foxx representando a Django, que está borbado. Leonardo Dicaprio: ese negrero perverso, perfecto, y Samuel L. Jackson, genial.

Esta película no es una obra maestra, no es imprescindible, ni un tratado de ética y moral. Solamente es una obra que posee el lenguaje concreto donde lo primordial es la mirada desde donde su autor contempla los hechos. Quizás sea el trabajo más sincero de Quentin Tarantino, con el que no parece buscar amigos nuevos. Así que quien acepte verla gozará de una movida travesía por la efervescencia de la esclavitud y la lucha de un individuo contra la opresión y el sometimiento que le asignó el destino.

Django Desencadenado”, un héroe negro en un mundo de maldad blanca.

Crítica: Linconl

lincoln

Tan esperada como ponderada, Steven Spielberg en la pantalla. Los ojos de la experiencia miran de nuevo a través de su objetivo. La cámara hace la radiografía de la victoria más importante en el parlamento de un presidente de los Estados Unidos. Crítica de la película “Linconl”.

Mediante el guión de Tony Kushner, basado en la novela de Doris Keams, se nos presenta la Norteamérica de 1865. Un país encajado en una guerra. Abraham Lincoln (Daniel Day-Lewis) como presidente quiere que finalice la conflicto, quiere reunificar su nación y abolir la esclavitud ,propone el establecimiento de una rectificación en la constitución que la prohíba: la decimotercera enmienda, el problema es que si la paz llega antes de que se consiga la enmienda, sus contrarios podrán rechazarla, tanto es así que Linconl se sumerge en una carrera de sobornos y engaños para conseguir los votos necesarios y se enfrenta a la mayor crisis de su vida política.

La película se abre con soldados por los suelos sumidos en el fango y pisoteados por otros soldados exaltados, tras esta muestra ligera de los rigores de la guerra y unos axiomáticos diálogos entre el personaje principal y dos jóvenes soldados en un contexto conciso, nos muestra el conjunto de los distintos grupos políticos discutiendo por la decimotercera enmienda al tiempo que en imágenes paralelas vemos a Linconl en una fría relación familiar, distante, con la mirada perdida, apuntando alguna que otra frase lapidaria, y mandando mensajes estratégicos. Para ganar hay que tener agallas y este presidente además de eso tenía una enorme astucia y personalidad.

lincoln 2Spielberg crea su personaje con calidad, bien determinado y con la historia de Estados Unidos en el bolsillo pero con una imagen muy descafeinada en la pantalla, asistimos a la evolución del metraje condicionados por las circunstancias, la originalidad puede estribar en su estilización, puesto que por lo demás “Linconl” se convierte en una exposición rutinaria de elementos típicos de este tipo de películas, vemos pasar el desarrollo sin recibir explicaciones del verdadero porqué de la guerra ni el porqué de la enmienda, pasando más de dos horas en la retransmisión de cómo se consiguió la victoria de la enmienda. En cuanto a la parte técnica todo está bien calculado, narrado de forma convencional y pausada, el montaje es ajustado, buena ambientación y una buena utilización del color, quizás los tonos proporcionan un resultado algo sombrío.

Linconl” disfruta de un reparto óptimo donde Daniel Day-Lewis brilla con luz propia y el conjunto Sally Field, David Strathairn, Joseph Gordon Levitt, Michael Stuhlbarg, James Spader, Hal Holbrook, Tommy Lee Jones, John Hawkes, Jakie Earle Haley, Bruce McGill y muchos actores más salen victoriosos en sus representaciones.

Pues bien, las condiciones históricas están dadas, la película quiere funcionar como un documento biográfico creíble y cercano al público, si lo consigue está en el veredicto de los espectadores. A mí me parece que no es una narración mojigata pero tampoco se la puede considerar como un desafío cinematográfico, estamos hablando del personaje mas reverenciado en la historia de Estados Unidos y del director de “La lista de Schindler”, (si queréis escuchar una entrevista de Spielberg sobre la película, podéis encontrarla aquí).

Hay una cosa evidente, puede gustar o no, pero la esencia de lo que narra seguro que logra que se alce con un gran manojo de estatuillas en los próximos premios Oscar.

Crítica: El cuerpo

Cartel de la película El cuerpo

Pese a que aún le queda mucho camino por recorrer a su director, en su opera prima nos acerca a esa corriente en la que sus códigos instalan un todo realmente seductor, de hecho, me atrevo a decir que en esos caracteres se encuentran la enorme franqueza de una intriga completa que funciona en todos los sentidos. Inicio en la dirección del guionista Oriol Paulo. Crítica de la película “El cuerpo”.

La película está desarrollada en una noche, desde ahí el ritmo no puede perderse ya que continuamente se va abriendo la trama que comienza así: un guardia de seguridad del depósito de cadáveres huye por un bosque oscuro hasta llegar a una carretera en la que es atropellado por un coche, pero no muere, mientras tanto, en el depósito, la policía descubre que la puerta de una de las neveras está abierta y el cadáver de una mujer, Mayka Villanueva (Belén Rueda), ha desaparecido; el inspector de policía Jaime Peña (José Coronado), que enseguida se encarga de la investigación, tiene como principal sospechoso al marido de la difunta, Álex Ulloa (Hugo Silva).

Recuerdo que cuando leí la noticia de que Oriol Paulo tenía un guión estupendo e iba a dirigir la película me quedé un poco intrigada. Lo único que conocía de este joven cineasta era su participación en el guión de “Los ojos de julia”. He de reconocer que, después de ver “El cuerpo” entiendo su capacidad. Hay muchas cosas en esta película que me han gustado, a veces te sorprendes, una obra de la que quizá no esperabas tanto y sales del cine satisfecha porque has visto una buena película, éste es el caso. “El cuerpo” está impregnada de una intriga que, sin desplegar nada novedoso ni abrirse a la reinvención, te mantiene expectante durante todo su recorrido.

José Coronado y Hugo Silva, en El cuerpoEl argumento y la narración están lo suficientemente bien llevados como para mantener el ritmo además de la intriga y tensión que se disuelve durante los últimos quince minutos de la película.

Con un reparto bien escogido, la película va pasando de forma progresiva de un tono deliberadamente intenso, a un tono más dramático y pesimista, en el que queda perfectamente reflejada desde el primer momento la naturaleza firme, justa y segura de un personaje, en contraste con el carácter despreocupado, inseguro y orgulloso del otro. José Coronado que, además de llenar la pantalla con su carisma habitual, imprime en “El cuerpo” una buena interpretación y Hugo Silva le secundan de igual forma, los dos crean personajes, dignos. Belén Rueda como siempre es capaz de poner arte y glamour en cada trabajo que realiza.

El cuerpo es una película muy entretenida, tiene algo que les mantendrá pegados a su butaca.

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