Crítica: Grandes Esperanzas
9 abril 2013 2 comentarios
Nueva adaptación de la novela homónima de Charles Dickens. Su director, Mike Newell, uno de los grandes maestros del cine inglés. Critica de la película “Grandes Esperanzas”.
La acción dramática tiene lugar en tierras en la campiña inglesa, Pip (Toby Irvine) es un niño huérfano de clase baja que vive con su hermana y el marido de ésta. Un día conoce a un presidiario (Ralph Fiennes) que se ha escapado, quien le pide comida y una lima. Pip le ayuda. Al poco tiempo una mujer pudiente, la señora Havisham (Helena Bonham Carter) le invita a jugar a su casa, allí descubre otra manera de vivir, conoce a Estela (Holliday Grainger) una niña adiestrada a la forma y manera de la señora. Pip se enamora de Estela nada más verla. Pero ella es orgullosa y engreída le rechaza por su origen humilde. Pip (Jeremy Irvine) se hace mayor y aprenderá a acatar los dictados de su procurador (Robbie Coltrane).
Desde la bondad al desprecio, desde la humildad a la ambición, desde el crueldad a la honra y de los sentimientos más grandes a los comportamientos ultrajados, todo un canto emocional al ser humano y a la poesía visual. La fotografía es irreprochable, de una gran belleza estética y de una fidelidad enormemente convincente. Todo está cuidado para contar una historia que no pierde el interés en ningún momento y que no renuncia a adentrarnos en el incierto factor que se forma en nuestro interior, tanto en su aspecto emocional y de valores moralistas.
Al igual que “Price of de Persia: Las arenas del tiempo”, su anterior producción, Mike Newell en “Grandes Esperanzas” construye actos en plena avenencia, encajando cada detalle en donde nada sobra y nada falta.
Es ésta una película fiel al texto original, rico en personajes y en documentación histórica, con escenas intensas y una trama emocionante, con ritmo impecable que conduce dulcemente hasta el conocido desenlace. Aunque no es la mejor versión pues recuerdo una difícil de superar, resulta extremadamente atrayente.
El trabajo de los actores y su arcoíris de personajes hacen transparente la argumentación que, en muchas ocasiones, nos encontramos entre los desiguales planos que satisfacen nuestra realidad como seres humanos, aunque, valga mi reiteración en su arcoíris de personajes, exceptuando, sin duda, de esta colorida definición a Helena Bonham Carter en cuyo personaje distinguimos lo exagerado, rimbombante e histriónico de casi todos los personajes en que la hemos visto encajada. Buenas interpretaciones, radiantes Jeremy Irvine, Robbie Coltrane y Holliday Grainger que seducen en cada aparición, e infinidad de secundarios, se encargaron de otorgar peso artístico a la obra.
Una película para disfrutarla.
Lo que más destaco es que el director ha sabido dar esa atmósfera gris ,incluso sucia y desesperanzadora que definen y algunas obras de Dickens.(iluminación,fotografía y decorados incluidos) . Un saludo!
Estoy de acuerdo, es lo mismo que yo veo en Grandes Esperanzas.
Una vez más coincidimos.