Crítica: El profesor de violín
18 julio 2016 Deja un comentario
Un profesor de música llega a la zona más violenta y desolada de São Paulo para reinventar su vida y, en concreto, olvidar su mala suerte con lo que esperaba sería un éxito en su profesión. A la agresividad que encuentra, el hombre le pone música. Crítica de la película “El profesor de violín”.
Paolo Laertes (Lázaro Ramos), un violinista de gran talento que ha sido rechazado en la prestigiosa Orquesta Sinfónica del Estado, comienza a dar clases de música a adolescentes de una escuela pública en Heliópolis, un barrio de una zona deprimida de São Paulo. En este mundo hostil, donde los distribuidores y las bandas reinan, Laertes, que trabaja con métodos opuestos a los reglamentos imperantes, gracias a su buen hacer irá consiguiendo el respeto de los alumnos; no así de algunos adultos que le conminan a no a educar con su filosofía. A pesar de eso, logrará forjar vínculos fuertes con sus estudiantes, descubrir talentos inesperados y cambiar sus vidas para siempre.
Bajo la dirección de Sergio Machado, el protagonista de “El profesor de violín”, Lázaro Ramos, marca la evolución de su personaje, del recelo inicial a de la bondad final. Machado, sujeta y enraíza su eficacia en el dibujo de unos personajes reales que malgastan su presente sin querer y temen al futuro con razón, en una película donde hay caricias y reproches, (aunque más de lo uno que de lo otro) para cada una de las acciones y decisiones que van surgiendo, en el otro Brasil… el que no sale en las revistas y en los catálogos de agencias de viajes, la cara amarga, el gélido reflejo de unas gentes nacidas por siempre para perder. Sergio Machado busca de nuevo la verdad con un empeño y una urgencia que se transmiten a través de la filmación como documento de una representación, que no es tal. Ni sucumbe al brillo del primer actor, ni exagera al unirlo al reto que su personaje supone, el director va directo a por la intensidad de la historia y, con noveles actores secundarios y un contenido sustrato dramático, extrae todo su potencial desgarrador y sensible.
Lázaro Ramos en esta película es un personaje didáctico de nuestro siglo, un anti-héroe, un hombre casi acabado. Sus pensamientos están expresados mediante su música pero en la trama no interesa mucho el mundo interior del profesor. Su conflicto desde los diez primeros minutos del film es la sociedad a la que ha llegado. Ya no ejerce como un músico notable, sino como un maestro en una escuela problemática, un maestro que con la música que imparte hace danzar las palabras. Cambiar la violencia por silencios y sonidos de campo musical y suavizar y entrelazar las manos temblorosas, más allá, donde los sueños se hacen realidad. Al resto del reparto solo queda aplaudirles: Kaique de Jesus, Elzio Vieira, Sandra Corveloni, Fernanda de Freitas, Hermes Baroli, Criolo, Rappin’ Hood y la Orquestra Sinfônica do Estado de São Paulo. El guión está construido por: Maria Adelaide Amaral, Marcelo Gomes, Sérgio Machado, Marta Nehring, Antonio Ermirio de Moraes. En la música los maestros: Silvio Baccarelli, Felipe de Souza, Alexandre Guerra, Edilson Venturelli, Edimilson Venturelli y en la imagen el director de fotografía Marcelo Durst.
“El profesor de violín” está inspirada en la historia del maestro brasileño Silvio Bacarelli, que fue testigo de un incendio en Heliópolis y, tocado por la difícil situación de los habitantes, decidió ofrecer clases de música a los chicos con escasos recursos en la ciudad. Algunos profesionales se unieron al proyecto y fueron capaces de inscribir una ley brasileña para impulsar iniciativas socio-culturales en el país. Así nació el instituto Bacarelli organización sin fines de lucro cuya misión es ofrecer a los jóvenes una mayor educación musical y artística.
No descubre nada nuevo pero si pueden, véanla…
Cuéntame…