Crítica: Roma

En “Roma”, con dirección, fotografía y guion de Alfonso Cuarón, vislumbramos un estilo muy personal con una estructura que gira alrededor del país del autor, México; abriendo la película con imágenes en blanco y negro y atreviéndose a recuperar su momento histórico.

“Roma” es un barrio de clase media alta de Ciudad de México, donde la historia está ambientada. Es la casa de los señores: Sofía (Marina de Tavira) y Antonio (Fernando Grediaga), que viven con sus cuatro hijos . Además de ellos, viven también Cleo (Yalitza Aparicio) y Adela (Nancy García García), ellas trabajan en el hogar como empleadas de la familia. Un año de la vida de esas personas desde el inicio de 1970 hasta los comienzos del 71, con todas las dinámicas, secretos y problemas que cada día trae, la verdad sobre lo que sucede con sus vidas; relaciones complicadas, lazos fragmentados y otros, incluso que existen escondidos bajo apariencias bien mantenidas.

Con esta película que tanto éxito está recaudando, Alfonso Cuarón hace homenaje a las mujeres que lo criaron, sobre todo a Cleo, que tanto cariño le dio. Obviamente, Cuarón se inspira en su propia infancia dibujando un cuadro realista y emocionante sobre los problemas familiares y las jerarquías sociales durante la agitación política de aquellas fechas.

Alfonso Cuarón, desde la técnica, explora en las vertientes de los grandes clásicos, conduciendo la narración con la magistral precisión de quien es capaz de convertir el más sencillo acto cotidiano en un poema a sus raíces y a la idiosincrasia que lo vio crecer. Ambientado en las dos partes principales de la sociedad mexicana, como en una actualización de aquel pasado, da varios giros perfectos haciendo que la magia surja de su cámara con una antología de escenas en las que se muestra el talante áspero y dulce de las mejores imágenes en la cosecha de 2018.

El trabajo del elenco de actrices y actores: Yalitza Aparicio, Marina de Tavira, Marco Graf, Diego Cortina Autrey, Carlos Peralta, Daniela Demesa, Nancy García García, Verónica García, Latin Lover, Enoc Leaño, Clementina Guadarrama, Andy Cortés, Fernando Grediaga y Jorge Antonio Guerrero, acompaña a la puesta en escena en la que el director ha colocado sus mejores cualidades. “Roma” nos llega años después, refrescando memorias de episodios que la historia no debe olvidar.

Lástima que personalmente siempre haya encontrado perfecto todo el trabajo de Alfonso Cuarón y que la película no haya producido en mí los sentimientos que yo pedí y esperaba. Soy consciente de que me hubiera encantado vivir ese proceso de crecimiento de personajes que nos hacen tan cercanos y que es paralelo a la ruta que lleva la película, de llenarme de desasosiego y serena tristeza en los momentos adecuados. Me hubiera encantado hallar su mejor virtud en la transmisión de sentimientos pero no tuve la suerte de recibir su eco.

El éxito de “Roma” en los festivales de cine está desbordando todas las previsiones. Felicidades, señor Cuarón. Esperamos la próxima.

Crítica: Gravity

Gravity

En la dirección Alfonso Cuarón, cineasta que ya cuenta con un amplio recorrido cinematográfico acreditativo.  La película se abre con una excelente e impresionante imagen del espacio exterior recreada durante casi veinte minutos, para pasar a continuación en un cambio de sentido, que no de escenario, a la difusa base que mueve toda la cinta. Crítica de la película “Gravity”.

Con guión de Alfonso Cuarón y su hijo Jonás Cuarón, “Gravity” narra cómo dos astronautas sufren un grave accidente y quedan flotando en el espacio. Uno es la doctora Ryan Stone (Sandra Bullock), una brillante ingeniera en su primera misión espacial en la Shuttle. Su acompañante es el veterano astronauta Matt Kowalsky (George Clooney). Durante el sideral paseo algo sale mal y ocurre un desastre: el Shuttle queda destrozado, dejando a Ryan y Matt completamente solos, momento a partir del cual intentarán por todos los medios volver a la Tierra.

Con un signo inconfundible, la evocación de otras obras de la historia del cine y un toque determinista de raigambre imaginativa sobre el carácter inevitable del género que muestra, Alfonso Cuarón  nos regala un trabajo sensorial. Un relato, en clave metafórica sobre la soledad, el abandono y la necesidad de salir adelante.

Imagen de Gravity“Gravity” posee una estupenda envoltura, o mejor, un prodigioso estilo visual, el intento de una sugestiva y única película. El inconveniente de estas aventuras radica en la posibilidad de un abismo. “Gravity” es estéticamente perfecta, magistralmente moldeada y con una gran belleza plástica en casi todas sus secuencias. Aunque no lo parezca, ésa también llega a ser la parte que condena a la película, mucho incidente y mucho vivir al límite hacen dudar al espectador, no hay manera de que te creas lo que estás viendo. El motivo es que a la vez que el director realiza esas maravillosas tomas fijas, plano secuencia y tantos malabarismos en el espacio exterior, se salta un código esencial, mimar el corazón de una historia que te cautive. Aquí no se muestra, la trama parece salir de un cajón recurrente para adornar un espectáculo de luces y colores, en treinta minutos sabes lo que va ocurrir y cómo.
La fotografía de Emmanuel Lubezki es sublime, mostrando el paisaje desconocido en su magnificencia, dando en todo momento una sensación de conquista del conjunto, y todo ello acompañado por la música excelente de Steven Price.

En el reparto Sandra Bullock y George Clooney. Bullock en su línea, a Clooney le vemos en tres escenas.

Dijeron los entendidos: película de Oscar. Ustedes dirán.

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