Crítica: Joker

El director de cine americano Todd Phillips tenía fama de hacer un cine ligero, de humor muy propio, pero Phillips ha vencido al tiempo por el sencillo procedimiento de subirse a sus propias olas sobre una tabla de surf. Vencer al tiempo para dar un nuevo sentido a su obra, consolidándose con una película con la que mira a sus orígenes, recordemos “Hated” allá por el año 1994. Con guion del propio Todd Phillips y del también americano y gran guionista Scott Silver, basándose en un popular personaje de DC Comics, el conocido como archivillano de Batman, llega “Joker”.

Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) es un hombre ignorado por la sociedad cuya motivación en la vida es hacer reír. Arthur trabaja como payaso de alquiler. Ya sea usando un cartel por la calle, en cumpleaños o entreteniendo en un hospital a niños enfermos, con sus ilusiones frustradas, a duras penas puede cuidar de su madre Penny (Frances Conroy), que está muy enferma, al tiempo que algunos días acude al programa de la noche del presentador Mary Franklin (Robert de Niro). La dignidad maltratada de Arthur, la exasperación infinita y la desorientación le llevarán a una sucesión de luces apagadas en su mundo…

Detrás del drama, mucho más que una historia en perfecto equilibrio no hay otra cosa que un mosaico de retratos humanos unidos por el azar y reales como la vida misma, sensitivos, apasionados, marginados, impulsivos o dúctiles. “Joker”, aclamada por la crítica internacional , configura un nuevo paisaje estableciendo complicidades derivadas del punto de vista que conjuga el universo por el que apuesta su mentor. Todd Phillips trata a su principal personaje con una dosificada mezcla de cariño e ironía, vive con él sus debilidades, sus miedos, sus cavilaciones, exhibe con orgullo a un personaje mítico que acredita y sujeta los principios del dogma. No cabe sino pasmarse ante la escalofriante imagen en sus absorbentes estampas, cuyo mayor riesgo es transmitir la tremenda sensación de la truculencia argumental y el impacto, que verdaderamente llega; no importa que las pautas por las que tiene que discurrir sean quizá una autosatisfecha tendencia a ese impacto, una vez inmersos en su atmósfera densísima y su lujo difícil de permitirse.

En “Joker” todo está en su sitio, es una película en la que el guion no se ocupa solo de un personaje grandioso, retrata toda su gama de matices, con sus altos y bajos, los oscuros y claros de ese mundo en el que vive a los pies de los caballos, huyendo de su pasado y odiando su presente con un sencillo código de honor humano. Una película que se sigue con interés y agarrada a la butaca por el terror que genera. Narrada con precisión, utiliza con sabiduría todos los elementos alrededor del personaje, con una gran lección de detalles.

El enfrentamiento del personaje de  mente enferma entre rebelde y asustadiza, su carácter, su sensibilidad. La forma en que se dice la música de Hildur Guðnadóttir, la habilidad en la fotografía de Lawrence Sher, todo, da lugar a una de esas películas de cine adulto e inolvidable con que el cine americano nos sorprende muy de tarde en tarde.

La travesía de Arthur Fleck, que en esta historia sabe que no puede recobrar una vida digna; la resolución de su shock emocional, que le ha sumido en la inanidad del miedo; es un espacio habitado por el actor que mejor puede representar ese territorio inmaterial: Joaquin Phoenix, actor sólido, contundente y eficaz, respondiendo a todos los parámetros obligados por “Joker”. Robert De Niro encuentra su lugar especial en esta película, un papel muy distinto a todos los que le hemos visto desarrollar. Las interpretaciones del resto de los actores y actrices, todas tienen un destacado aire estelar: Frances Conroy, Zazie Beetz, Brett Cullen, Dante Pereira-Olson, Douglas Hodge, Jolie Chan, Bryan Callen, Shea Whigham, Brian Tyree Henry, Mary Kate Malat, Glenn Fleshler, Marc Maron, Bill Camp, Josh Pais, Leigh Gill, Adrienne Lovette, Sharon Washington, Mandela Bellamy, David Iacono, Matthias Sebastiun Garry, Mick O’Rourke, Evan Rosado y Thomas W. Stewart. Estupendos.

Una película oscura y realista hecha para no todos los públicos.

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