Crítica: Alacrán enamorado

alacrán-enamoradoEl hilo motor de la historia nos lleva a ver la forma de vida de varios individuos envueltos en acciones incomprensibles, muy repulsivas. Son jóvenes que siguen a un líder. Jóvenes violentos. Santiago A. Zannou nos presenta su nuevo trabajo. Critica de la película “Alacrán enamorado”.

Guión de Santiago A. Zannou y Carlos Bardem basado en la novela homónima de Carlos Bardem, la música de Wolfrank Zannou y la fotografía de Juan Miguel Azpiroz.
En “Alacrán enamorado”, Santiago A. Zannou hace con la literatura de Carlos Bardem un cuajado film social con fondo real y melodrama intimista. Julián (Álex González) y su amigo Luis (Miguel Ángel Silvestre) son dos chicos de barrio que forman parte de una banda de violentos neonazis liderada por Solís (Javier Bardem). Julián frecuenta un gimnasio, donde, gracias a la disciplina del boxeo, a la nobleza de su entrenador (Carlos Bardem) y al amor de una joven mulata (Judith Diakhate), irá cambiando poco a poco de mentalidad. Entonces empieza a alejarse del grupo, pero Luis no está dispuesto a consentirlo empleando todas las artes de su maldad. Julián no tendrá forma de evitarle.

Una enfoque sobre una pequeña parte de la juventud mostrada en escenarios muy creíbles, un espejo de la colectividad, una película sin disimulos, estimulante y a la vez deprimente, en un cine sencillo, de personajes y de rostros, un cine que atrae a la reflexión y que muestra el mundo desde una perspectiva diferente y algo desconocida, pero que existe, que está ahí. La película funciona con precisión, sin giros que nos sorprendan, con admirable pasaje expresivo y suficientes elementos de acción. La parte más negativa es en cuanto a la historia en sí misma, no se eleva por encima de otras obras semejantes que hemos visto con anterioridad. Es inevitable hacer comparaciones con “Million Dollar Baby” de Clint Eastwood y con “American History X” de Tony Kaye, por tanto puede parecer tan previsible como tópica, una caracterización de personajes básica y algunas convenciones narrativas que al final te pueden dejar la impresión de estar asistiendo a un espectáculo repetido.

Imagen de Alacrán EnamoradoPor otra parte, creo que Santiago A. Zannou tiene entre sus virtudes y atractivos cinematográficos la originalidad, el punto de partida, los objetivos, y en esta película indudablemente, además, cuenta con la ayuda añadida del inmenso Álex González a quien le entrega la espalda adusta, sudorosa, valiente y humana de Julián. El actor se reivindica con una interpretación magnífica, encarnando a un chico malo que encuentra su salvación descubriendo el amor. El otro gran triunfador de la película es Javier Bardem, su personaje, arquetipo perfecto de un cabecilla de extrema derecha. Carlos Bardem no se puede quedar atrás con un muy buen trabajo.

Ésta es una película para todos aquellos que creen que las ideas y los sentimientos existen a prueba de violencia y desprecio.

“Alacrán enamorado” está preseleccionada para los premios Oscar 2013

Crítica: Entrelobos

CartelMi crítica de hoy lunes es para una nueva y preciosa película que ha irrumpido en las salas de nuestros cines, “Entrelobos”, dirigida por el director cordobés Gerardo Olivares, del que recordamos varias obras que dejaron un rastro inolvidable en nosotros: “14 Kilómetros”, “Una nube en Bhopal”  y “La gran final”, todas dueñas de un formidable puñado de premios. Olivares escribe el guion fundamentando su argumento en la vida real de Marcos Rodríguez Pantoja nacido en Cardeña, provincia de Córdoba. Un hombre que siendo niño, cuando tenía siete años, fue vendido por su padre a cambio de cinco cabras al señorito de la finca donde se cobijaban; este poderoso rico (José Manuel Soto) se lo mandó a uno de sus cabreros (Sancho Gracia) para cuidar el rebaño, con él aprendió a cuidar de los animales, a buscar comida , a cazar de formas distintas, y a curar heridas de forma natural en un perdido valle de Sierra Morena, lugar que hoy forma parte del parque natural de la sierra Montoro Cardeña. Al poco tiempo el cabrero muere y Marcos (Manuel Camacho, de niño, y Juan José Ballesta , en la juventud) se quedó sólo, y completamente aislado en medio de un paraíso rodeado de toda una fauna solidaria.

Gerardo Olivares seduce con el guion por su grandeza de mensaje sin entrar en la substancia política que entonces sitiaba a Andalucía,  pero además lo narra de  forma tan poética, sosegada y placentera, con una lírica cinematográfica tan atrapante que hace de “Entrelobos” un bello manjar para el espectador. En “Entrelobos” no hay nada efímero, todo está consolidado ya desde la idea hombre-naturaleza, el creador de “Las rutas de las Córdobas” nos introduce de lleno en la vida del personaje, la apasionante a la vez que desgraciada niñez de Marcos, al tiempo que brinda un documento inédito y fascinante de lectura universal, analizando desde un punto de vista pedagógico, divulgativo y palpable el hábitat deslumbrante de Sierra Morena. Olivares nos ofrece desde la palma de su mano como ubre inmensa, las cuatro estaciones que visitan el fulgente macizo. Si a ello le ponemos una pulcra y calculadamente efectiva fotografía del maestro Óscar Duran, el toque de filmación de animales de Joaquín Rodríguez Cacha, que se ensalza con la envolvente y hechicera música del director Klaus Badelt, y a la vez un grupo de excelentes actores que trabajan sus personajes como si fueran aquellos que lo vivieron, entonces tenemos como resultado “Entrelobos”, una película que no puede decaer, que siempre estará fresca para disfrutarla.

Manuel Camacho, Juan José Ballesta (Bruc, el Desafío), Carlos Bardem, Luisa Martin, Sancho Gracia Balada triste de trompeta), Antonio Dechet, Rodolfo Sancho, Eduardo Gómez Manzano, y algunos más, todos consiguen una obra terapéuticamente recomendable.

Yo, he contemplado días inmensos y noches estrelladas en aquella querida sierra a la que siempre arropa el mismo abrigo verde en sus dispares tonalidades, llueva, haga sol o esté nevando, esa sierra es en sí misma una exposición explícita de la naturaleza agradecida. He sido muy afortunada de escuchar en la noche los aullidos de los lobos con mis tíos de Venta del Charco en la finca “La Onza”. En aquellos meses de vacaciones, una niña feliz que descubría cada día con mis primos lo nuevo que el monte nos daba, recuerdo aquello con la mayor de las devociones, ahora visito con regularidad la zona, sobre todo Cardeña. Precisamente allí pude conocer por estas fechas, el año pasado, a Juan José Ballesta, en los días de pleno rodaje (guardo las fotos con gran cariño),  además de Marcos Rodríguez Pantoja y Gerardo Olivares.

“Entrelobos” es un regalo para los sentidos.

Gerardo Olivares triunfa de nuevo con su cine palpitante.