Crítica: Paulina

PaulinaCon este segundo largo en solitario, el guionista y director de cine argentino Santiago Mitre ha logrado la misma jugada redonda que con “El estudiante», de 2011. También en esta ocasión mostrando el submundo logra dejarnos sin argumentos en el 2015. Crítica de la película “Paulina”.

Paulina (Dolores Fonzi) es una joven idealista que deja de lado una brillante carrera en la abogacía para aplicar sus ideales, para ponerle cuerpo a un programa social que lleva tiempo desarrollando. Su decisión implica abandonar Buenos Aires y trasladarse a un entorno rural desfavorecido, defendiendo un proyecto  dirigido a ayudar al sector más pobre y discriminado de la ciudad, realizando su trabajo de maestra. Su padre, un famoso juez, no parece muy contento con su decisión, pero Paulina tiene muy claro lo que quiere hacer y cómo lo quiere hacer, y que su padre y novio estén en desacuerdo no hará que su opinión varíe. Todo por la defensa de los derechos humanos. En medio de un corro marginal como ése, sucedió lo que sucedió. Lo que ocurrió tiene circunstancias demasiado serias como para darnos por conformes con la supuestamente apartada mirada que Paulina proyecta sobre ello. No podemos comprender el sentido que da a su vida a partir de este hecho, si bien es cierto que su actitud será la motivación que apalanque la historia.

Remake del clásico del cine argentino del mismo nombre, que en 1961 dirigió Daniel Tinayre, con Mirtha Legrand como protagonista. El guión es de Mariano Llinás y Santiago Mitre, bajo la historia de Eduardo Borrás.

“Paulina” es una película con una crítica afilada a la sociedad en sus usanzas más crueles y discriminatorias. Posee un gran contenido de crítica social, dando testimonio de la dura realidad, tan antigua como actual, pues lo mismo que le pasa a la protagonista sigue y seguirá pasando en la realidad de cada ciudad de cada país y pueblo. La crueldad nos golpea en esta realización y logra empeorar el golpe con la sensación de marginación que trae consigo la pobreza.

Imagen de PaulinaNarrada de forma simple con destacados planos y contraplanos en los momentos más altos, “Paulina” muestra a los personajes en su entorno rural sobrio y firme y se centra en la búsqueda de la identidad y el sentido de la vida en todos los ámbitos sociales, ejerciendo toda la influencia sobre el presente, ésa es la mayor ambición de esta incomoda película, de esta denuncia de género.

Gracias, a unas actuaciones colosales, comenzando por la joven protagonista, Dolores Fonzi , fabulosa en su personaje, así como el resto del reparto: Oscar Martínez, Esteban Lamothe, Cristian Salguero, Verónica Llinás y Laura López Moyano. Gracias también a la música de Nicolás Varchausky y a la fotografía de Gustavo Biazzi.

El final de “Paulina” es seco y desconcertante, deja bien claro el mensaje de Santiago Mitre y la reflexión que pretende hacer. Y nosotros acabamos aceptando. No puedo decir que “Paulina” sea una historia bonita, ni puedo contar a las reflexiones que acudí después de su visionado, lo que sí digo es que ha sido un placer y un dolor haberla visto, un placer porque es una buena película y un dolor porque duele mucho este escandaloso problema y el saber que estamos en la cabeza de su juego.

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