Crítica: Comanchería

comancheriaLa grandilocuencia visual de David Mackenzie, más discreto pero no menos ambicioso, junto al  guion de Taylor Sheridan. Crítica de la película “Comanchería”.

Toby Howar(Chris Pine) es alguien que desde que nació no había sido completamente feliz, pese a que sus progenitores se habían encargado de crearle ilusiones para que creyera que vivía en un mundo más afortunado finalmente estas ilusiones se habían roto. Él es un joven padre divorciado con dos hijos, a los que no puede pasarle la manutención, y al que están a punto de desahuciar de su casa. Junto a su hermano, Tarner (Ben Foster),  al que hacía mucho que no veía, se dirigen al Oeste de Texas con el objetivo de realizar una serie de robos en algunas sucursales bancarias para poder conseguir el dinero suficiente como para salvar su vida familiar. Se las verán con un Texas Ranger, Marcus (Jeff Bridges), que no estará muy de acuerdo con lo que hacen.

Dejando aparte el hecho que te ríes y no te emocionas con ella, “Comanchería” resulta  una farsa dulce y previsible que se ve con agrado gracias a su fluida mecánica de conexión argumental y a la consistencia de sus esforzadas interpretaciones. Suspendida en la transparente calculada definición de la propuesta, resulta una comedia blandita que en ningún momento explora hasta las últimas consecuencias lo afilado de las situaciones planteadas.

Esa tierra de nadie es, a mi juicio, lo mejor que expone el film, los habitantes como fantasmas y los policías en todas partes y en ninguna. El desplazamiento de la cámara que con sus perfectos ángulos los sigue de largo, viajando de puntillas por la realidad dura y arrogante, acogiendo al paisaje que se le antoja tan principal a Mackenzie. Desde ese competitivo descaro, esa gana de crear algo exagerado le da lustre a “Comanchería”.  El director sueco cuenta “Comanchería” como una fábula sobre la búsqueda de la supervivencia, la pureza de la raíz de las costumbres, el peso de la política y los intereses económicos, estas grandes palabras están revestidas con el ropaje de una narración de western-aventuras moderno y pronunciadas en un lenguaje del más satírico humor. La fotografía de Giles Nuttgens es un ejemplo de cómo hacer cine de tentación visual, con una fragancia de algo especial que flota en las imágenes.

imagen-de-comancheria“Comanchería” nos arrastra con su argumento a tiempos pasados, su rosario de viejos hits revividos en la boca de nuevas estrellas tiene que ver con su naturaleza western, vuelto a cantar por un cineasta con la ardorosa creencia de que el arte sirve para algo más que para el disfrute narcisista, sirve literalmente para denunciar y divertir. Y tiene algo más: su carácter de pavoroso diagnóstico sobre la sociedad, los bancos y el capitalismo,  incluso desde su filosófica ironía. Nick Cave y Warren Ellis ponen la música que acompaña a los cuadros más destacados en una sintonía que adornan imágenes en una magnífica paleta de colores.

Altamente meritorio el ejercicio de estilo de Ben Foster, hace un papel con seguridad en sí mismo y en lo que representa, muy bueno. Chris Pine derrocha inteligencia y atractivo en su mejor papel.  Jeff Bridges con su personaje más simpático, el viejo actor no dejará nunca de ser un símbolo, sin duda nunca olvidaré su interpretación en “Corazón salvaje”, en 2010. En realidad, la película tiene un reparto que cautiva, desde Gil Birmingham, Katy Mixon, Dale Dickey,Kevin Rankin, Melanie Papalia, Lora Martinez-Cunningham, Amber Midthunder,Dylan Kenin, Alma Sisneros, Martin Palmer, Danny Winn, Crystal Gonzales, Terry Dale Parks, John-Paul Howard, hasta  Debrianna Mansini, todos confirmando el talento del director y el suyo propio.

¿Por qué “Comanchería”  si su título original es tan bonito, “Contra viento y marea”?

Véanla.