Crítica: Los odiosos ocho

Los odiosos ochoPara cualquier amante del cine de acción Quentin Tarantino es un director por el que firmes y gustosos pasamos al berenjenal de su mente privilegiada. Su nuevo trabajo resucita el poder de su universo, su humor negro y sangriento y da un impulso al tiempo de la perfección. Crítica de la película “Los odiosos ocho”.

La sinopsis de la productora dice: Pocos años después de la Guerra de Secesión, una diligencia avanza a toda velocidad por el invernal paisaje de Wyoming. Los pasajeros, el cazarrecompensas John Ruth (Kurt Russell) y su fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), intentan llegar rápidamente al pueblo de Red Rock, donde Ruth entregará a Domergue a la justicia. Por el camino, se encuentran con dos desconocidos: el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), un antiguo soldado de la Unión convertido en cazarrecompensas de mala reputación, y Chris Mannix (Walton Goggins), un renegado sureño que afirma ser el nuevo sheriff del pueblo. Como se aproxima una ventisca, los cuatro se refugian en la Mercería de Minnie, una parada para diligencias de un puerto de montaña. Cuando llegan al local se topan con cuatro rostros desconocidos. Bob (Demian Bichir), que se encuentra allí refugiado junto con Oswaldo Mobray (Tim Roth), verdugo de Red Rock, el vaquero Joe Gage (Michael Madsen) y el general confederado Sanford Smithers (Bruce Dern). Mientras la tormenta cae sobre la parada de montaña la vida sigue dentro de la mercería.

Con Quentin Tarantino y su explosión de psicopatías tenemos un magnífico abanico de texturas marcadas en el mejor acope de recuerdos: en 1992, “Reservoir Dogs”, en 1994, “Pulp Fiction”, un año después, “Four Rooms”, en 1997,  “Jackie Brown”; algo después, en 2004 “Kill Bill”, en 2005 “Sin City”; en 2007, “Death Proof”, en 2009, “Malditos bastardos” y en 2012 “Django desencadenado”. De la película que este año nos presenta, “Los odiosos ocho”, es prácticamente imposible contar detalles sin spoiler. Sólo diré que los primeros veinte minutos de la cinta transcurren admirables por la peculiar forma de detallar que tiene Tarantino. Imagen de Los odiosos ochoPaisajes inigualables donde se funden los personajes que van apareciendo, sin prisas. La nieve y la música son los dueños y protagonistas de esa parte del film, dejando a los miembros de la historia que se va avecinando, un relax y un tiempo para meterse en faena. Es, sin embargo, a medida que va avanzando el relato y andan despachando historias, cuando el espectador se da cuenta de que todos los protagonistas aportan el granito de arena que guardaba el director en la manga, aunque no todos en la misma forma, sí con la misma intensidad llegando a alcanzar grandes cotas interpretativas. Tarantino se ha obstinado en presentarnos personajes casi como héroes románticos y hacerlo desde una perspectiva desde luego totalmente violenta y terrorífica y con esos personajes el espectador se embarca tranquilo en la aventura; solo son personajes de ficción, son el rigor milimétrico de un director diferente y genial.

Los actores están soberbios, las actuaciones carismáticas, muchos de ellos se acercan a su mejor nivel. El elenco es muy amplio y ninguno desentona, especialmente me gustaría resaltar el papel de Samuel L. Jackson, Kurt Russell, y sobre todo a Jennifer Jason Leigh una mujer entre muchos hombres que destaca de forma brillante, pero como digo todos, Bruce Dern, Tim Roth,Dana Gourrier, Demian Bichir, Walton Goggins, Michael Madsen, James Parks,Channing Tatum, Zoë Bell, Lee Horsley, Gene Jones, Keith Jefferson, Craig Stark y Belinda Owino cumplen su función a la perfección e interpretan su rol de manera muy creíble y ajustada, unos personaje muy bien definidos y que sin duda evolucionan a lo largo de la interpretación. El apartado musical es para Ennio Morricone, ideal, y la fotografía de Robert Richardson, impresionante.

Deslumbrada por el ambiente y la trama es casi imposible no estar centrada en la pantalla, hasta un final espectacular. Muy bien contada “Los odiosos ocho”.

Antes de acabar, recordar los «guiños históricos» de su cine y el hecho de enamorarse de una buena película y de la inútil esperanza que cualquier ser humano tiene de encontrarse con un futuro brillante, acunado en brazos de la venganza ya sea el color de su piel blanco o negro.

“Los odiosos ocho”, ese cine sin consentimientos, casi exánime, que no interpela con pasividad, sino con la energía y la violencia de su legitimidad.

Crítica: Sufragistas

 

SufragistasLa británica Sarah Gavron, joven directora de cine, y Abi Morgan, escritora, dramaturga y guionista traen a las pantallas un drama social y la amarga realidad de nuestras antepasadas. Crítica de la película “Sufragistas”.

El movimiento sufragista nació en Inglaterra en vísperas de la Primera Guerra Mundial. La mayoría de las sufragistas no procedían de las clases altas, sino que eran obreras que veían impotentes cómo sus protestas pacíficas no servían para nada. Entonces se radicalizaron y, en su incansable lucha por conseguir la igualdad, se arriesgaron a perderlo todo: su trabajo, su casa, sus hijos y su vida. La protagonista es Maud (Carey Mulligan), una mujer que reivindicó denodadamente la dignidad de las mujeres.

“Sufragistas” da comienzo en una lavandería en el año 1912, las mujeres de Inglaterra ya tenían presentes la ideología del desarrollo para sí mismas, la elevación del nivel de vida, el intento de empatar al hombre en paridad y todo un equilibrio de derechos hasta entonces ausentes. Por primera vez se produjeron concentraciones y manifestaciones públicas en solicitud del voto de la mujer, por primera vez, segunda y tercera negado por el parlamento. “Sufragistas” suma drama e historia. Narra hechos reales de “El movimiento de la mujeres trabajadoras unidas para la igualdad” que sufrieron gran persecución pública y rechazo, en lo que mediaron elementos sociales y políticos.

El relato es brutal y trágico. La descripción de caracteres se presenta bien desarrollada y adecuadamente matizada. La dramatización de los hechos se construye a partir de un amplio análisis de sentimientos profundos que embargan a las protagonistas y la bestialidad de la estrategia de la fuerzas del orden. Directora y guionista con buen pulso, denuncian la fuerza y la virulencia de los prejuicios sociales contra las mujeres, las violentas posiciones del hombre y de la mayoría de las mujeres y sus consecuencias terribles.
Las carencias del sistema legal a favor los derechos de las mujeres, las deficiencias de los procedimientos y el patriarcado del sistema judicial solo al servicio de los intereses del hombre. Se podría decir que ésta es una película de mujeres para mujeres porque solo una mujer puede saber el dolor que produce la falta de derechos tan básicos y tan fáciles de proporcionar.Imagen de Sufragistas

“Sufragistas” goza de un reparto de lujo, con Carey Mulligan, Helena Bonham Carter, Meryl Streep, Anne-Marie Duff, Brendan Gleeson, Ben Whishaw, Romola Garai, Samuel West, Geoff Bell, Natalie Press, Lee Nicholas Harris, Richard Banks, Adrian Schiller, Judit Novotnik y Morgan Watkins, todo el conjunto le da un tremendo fondo creíble destacando su protagonista. La maravillosa música es del compositor Alexandre Desplat y la fotografía insuperable es de director de fotografía Eduard Grau.

Después de ver “Sufragistas” y aunque la historia ya estaba grabada en el recuerdo, me emociono y siento pena y siento vergüenza por nosotras, las de ahora. Hoy sí que somos mayoría en el mundo y estamos aquí dormitando en lo que consiguieron ellas. Nosotras, las de hoy, nos conformamos con asistir a una manifestación autorizada, reír y cantar, decir alguna consigna muchas veces inapropiada y después regresar a casa como quien ha hecho una buena obra, para pasar al día siguiente a seguir asistiendo a todos los males que aún hoy persiguen a las mujeres. Dijo Simone de Beauvoir, «El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos».

“Sufragistas” pone a nuestro alcance un relato que conmueve e inquieta y de forma elocuente y emotiva indica varios caminos a seguir…

Crítica: La novia

La noviaLa directora, guionista y productora de cine Paula Ortiz y su nuevo trabajo. Un definitivo trampolín para el reconocimiento critico internacional, tras una corta y brillante trayectoria que en España ya la había acreditado como una destacada promesa de nuestro cine. Critica de la película “La Novia” Adaptación de «Bodas de sangre», de Federico García Lorca.

La Novia (Inma Cuesta), el Novio (Asier Etxeandía) y Leonardo (Álex García), dos hombres y una mujer, un triángulo inseparable desde pequeños que pasan los años viviendo entre familias rivales. Un amor y un deseo más fuerte que todas las leyes sociales. Ella, entristecida pero enamorada de su novio se prepara para su boda en medio del desierto blanco, de tierras salinas y yermas, donde vive con su padre. Por los alrededores suenan los cascos de un corcel al galope…

Paula Ortiz sujeta y enraíza su eficacia en el dibujo de una pasión, una historia de amor loco y trágico de la literatura española que tuvo su raíz en una historia real. “La novia”, donde una mujer y un hombre esconden sus sentimientos, hasta que llega el momento de no seguir malgastando su presente, aunque teman al futuro con todo el corazón y toda la sangre.

“La Novia” es “Bodas de sangre” de Lorca en la adaptación de Paula Ortiz y Javier García Arredondo y no es tan solo una adaptación de la clásica obra que triunfó con empaque y suficiencia en muchos escenarios de teatro y en muchas pantallas de la cinematografía mundial, sino también una obra particular y superior que consigue transcender con sus propios márgenes expresivos , incluso los más lorquianos de los espectadores se sentirán arrastrados y captados por la vorágine de belleza que encierra. “La Novia” es un auténtico atracón de magia visual gracias a la fotografía Migue Amoedo y el encanto musical bajo la batuta de gran compositor japonés Shigeru Umebayashi, aportando fragmentos de una partitura estremecedora. Con una realización ejemplar llena de alegorías y símbolos al hombre pero, como buena cepa de nuestro poeta andaluz más querido, la mujer es la expresión que llena el escenario.

Imagen de La noviaEn “La Novia”, Paula Ortiz desde la primera parte entrecortada de pasado y presente, consigue comprometernos con la tragedia, con un hermoso formalismo de puesta en escena y de fondo los bellísimos paisajes de la Capadocia a la búsqueda de la belleza del drama. Es ésta una segunda excursión de la directora por la geografía humana y la ha desarrollado impregnada de poesía y saturada de música, bailes, boda y dolor. Bebiendo, riendo, llorando, incluso soñando, qué bella idea utilizar el paisaje yermo, desolado y maravilloso y ese caballo hermoso, el símbolo más destacado de esta recomendable película.

Extraordinario el atmosférico tratamiento de la subtrama y un contundente plano final que da escalofríos por el elevadísimo nivel de lirismo al que llega.

Al margen de todo lo dicho cuenta con un reparto estelar, destacadas interpretaciones y situaciones de lo más creíbles conforman otra visón más que notable que sumar a la lista de aciertos. Inma Cuesta en su mejor papel, Asier Etxeandia, superlativo, Álex García, tranquilo en un buen papel. Luisa Gavasa, Carlos Álvarez-Novoa, Ana Fernández, Consuelo Trujillo, Leticia Dolera, María Alfonsa Rosso, Manuela Vellés, Mariana Cordero, Carmela del Campo, Álvaro Baumann y Anchel Pablo, todos fenomenales en la tarea de sobresalir con un trabajo bien hecho. En el sonido Ignacio Arenas, Clemens Grulich y César Molina. Vanesa Martín en la canción principal de la película y Pachi García en la adaptación del Pequeño vals vienés del lorquiano Leonard Cohen.

Deseo a Paula Ortiz muchos éxitos. Muchos premios.

Véanla en el cine.

Por un muy feliz 2016

2016 2Hoy que ni hemos disfrutado la lluvia de otoño, sin nieve ni frío pero en invierno, nos despierta el nuevo año con las metáforas para soñar que le acompañan. En 2015 tuvimos todo lo que algún espectador puede necesitar ver en pantalla: acción, violencia, sexo, humor grueso, canciones, algo de mensaje y bobadas a mansalva. Para 2016 deseo delicias visuales que provoquen un tono de marcado cine elegante y refinado. Se puede hacer y lo esperamos, ese cine que contagia e hipnotiza.

Estoy feliz de abrir esta ventana tras la navidad. Aquí tengo la suerte de hacer grandes entregas de mi amor y de mi tiempo y veo que me corresponden y es que desde mis comienzos con el blog una de mis glorias ha sido estar por aquí, como estimulada para mis reflexiones sobre la vida. Me voy acostumbrando más y más a la escritura y el cine, dos expresiones que a la vez se limitan y enriquecen una a la otra. Puede lograrse mucho con una constante filosofía de continuidad. Yo conseguí amistad, cariño, mucho más de lo que esperaba.

Gracias por estar.

Feliz Año Nuevo, cinéfilos.

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