Crítica: Tu hijo

Ambientada en el complicado mundo actual, la nueva película del director y guionista  Miguel Ángel Vivas, aprovecha ese entorno para llevarnos de la mano al fondo de los infiernos, dando a los sentimientos varias vueltas de tuerca.  La iniciativa  de “Tu hijo” surge  de la pluma de este cineasta sevillano y del guionista italiano Alberto Marini.

José Coronado es  Jaime Jiménez, un médico que trabaja en un gran hospital, está casado y tiene un hijo y una hija jovencitos. Un inesperado día se encuentra con la desgracia, su hijo ingresa en el hospital donde él trabaja víctima de una tremenda paliza, es enorme el dolor.  El chico queda en estado vegetativo. El padre desesperado ve que  está desamparado por la justicia y opta por tomarse la justicia por su mano. Bullen palabras en su cabeza, todo está lleno de voces oscuras con relámpagos, música y risa. En su cabeza todo palpita sin sentido.

He aquí el nuevo trabajo de Miguel Ángel Vivas, misterioso y pesimista, en el que aunque exista el amor no lo parece sino solo su posibilidad, posibilidad que nos encierra en la más segura de las caídas.

 “Tu hijo” es una película terriblemente fuerte pero con un caparazón deslumbrante. Un espejismo que el espectador no quiere descubrir y una mentira que adopta pasajes de thriller convencional para transitar por un mensaje trasgresor que va mucho más allá de la perversión de los códigos humanos, alienado en una rueda infeliz.

El director vuelca la cámara sobre un personaje con una creencia no razonada que solo se responde a sí mismo, el actor que da vida al personaje y luce con luz propia dentro de su laberinto es José Coronado, con tanta fuerza e inmediatez como sencillez. Adelantado a su tiempo. Excelente.

Nada más voy a decir de una película que me dolió en el alma, una película áspera y no sé si reflexiva entre el vericueto de dolor que desprende. Un film muy radical que termina como empieza, pegando fuerte.

En el reparto, José Coronado, Pol Monen, Ana Wagener, Sergio Castellanos, Sauce Ena y Ester Expósito. La fotografía es de Pedro J. Márquez. La música, de Fernando Vacas.

“Tu hijo” es un thriller social, coproducción de España y Francia. Creo que lo mejor de Miguel Ángel Vivas. Prometo la reflexión, ahora no puedo estoy castigada por la historia.

Esperamos la próxima.

Crítica: Todos lo saben

Mencionado a menudo como ejemplo de persistente popularidad por su cine de complejidad social y trazo existencial, el director iraní Asghar Farhadi se atreve en esta ocasión con una película donde refleja el devenir de una familia supuestamente rica ubicada en el centro de España.“Todos lo saben”, título con el que el cineasta obsequia al espectador, discurre de forma fluida y sin tropiezos.

La secuencia inicial de “Todos lo saben”, que pone en marcha la sórdida trama de la película, es sin duda el tuétano de la historia: Laura (Penélope Cruz) viaja con su niño pequeño (Ivan Chavero) y su hija adolescente, Irene (Carla Campra), desde Buenos Aires a su pueblo natal en España para asistir a la boda de su hermana Ana (Inma Cuesta) con Joan (Roger Casamajor). Su marido Alejandro (Ricardo Darín ) tuvo de quedarse en Buenos Aires por asuntos particulares. La madre y sus pequeños son recibidos con mucho cariño por todos los que a su paso encuentran. Como si el pueblo entero fuese de la familia. Entre ellos, Paco (Javier Bardem) que fue novio de Laura cuando fueron jóvenes y que se alegra muchísimo de ver a los tres. Todo son besos y sonrisas. Llega la fecha señalada; el día de la boda la felicidad se desborda como un gran oleaje abierto. Pero el destino que es caprichoso, a veces, dejará paralizada a la amplia familia castellana, paralizada como si hubiesen encallado en un abismo…

En casi todas las películas de Asghar Farhadi los personajes suelen estar por encima de la historia; la descripción de los mecanismos por los que se mueven, el esbozo de sus emociones y, sobre todo, la palabra o la ausencia de ella para instalarlos física y mentalmente en un tiempo concreto que se antepone al desarrollo de la trama son los asientos y la respiración de su firma.

Planeada como un viaje por las zonas en penumbra de una identidad familiar todavía por descifrar, el film deambula con espíritu juguetón por los recodos más tempestuosos y las aguas más turbias del drama. El tema central de “Todos lo saben” a la vez ordinario y extraordinario, costumbrista y causal. Posee una dimensión explícitamente inquietante tanto por su temática como por los rasgos formales que el director Asghar Farhadi mueve con simplicidad pasmosa, estirando los límites de la realidad para que las situaciones más desatinadas parezcan habituales, en ese sentido el naturalismo de la puesta en escena se apoya en el gran trabajo de los actores y en la precisión matemática del texto. El guion también escrito por Farhadi es muy bueno. A medida que avanza la historia, coinciden elementos llenos de simbolismo, aunque si recordamos la escena del campanario en los primeros minutos, cuando Irene sube, también podemos percibir la simbología de las palomas, del reloj, de las campanas… pero este recurso de casi realismo mágico se hace más evidente con Alejandro, el personaje que trabaja Ricardo Darín. Un perfil el suyo que no debe alejar al espectador de sumergirse de lleno en la grandeza de la aberración, en la irregularidad, hurgando en el corazón de la codicia y descubriendo un desolado territorio de misterios universales.

Ni que decir tiene que Javier Bardem disfruta en esta película del personaje que encierra más lecturas, un personaje fuerte para reír, para amar, para sentir y sufrir. Extraordinaria su interpretación. El personaje de Penélope Cruz, Laura, con su tendencia a mostrar hechos en lugar de describir sentimientos resulta una empresa muy arriesgada de la que la actriz madrileña sale victoriosa con todas las posibilidades de éxito. Perfecta. Ricardo Darín, Eduard Fernández, Iván Chavero, Bárbara Lennie, Elvira Mínguez, Ramón Barea, Inma Cuesta, Sara Sálamo, Carla Campra, Sergio Castellanos,Roger Casamajor, José Ángel Egido, Tomás del Estal, Esteban Ciudad, Nella Rojas, Jaime Lorente, Jordi Bosch y otros, cada uno de ellos compone de una fiesta de virtuosismo, de lo que puede hacer gala la película.Y si de grandes hablamos, en la música, Alberto Iglesias, Nella Rojas y Javier Limón. La fotografía, a cargo de otro grande del cine José Luis Alcaine.

Véanla.

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