Crítica: Misión Imposible: Protocolo Fantasma
9 enero 2012 1 comentario
El éxito mundial obtenido por Brian de Palma con “Misión imposible” en el año 1996, hizo que de forma extraordinaria la afición se volcara sobre un cine de acción y espionaje moderno o sofisticado. De esta forma, se consumaba, hasta cierto punto, la cumbre de la serie de televisión en la que se basaba. En el año 2000, John Woo dirige la segunda entrega, “Misión imposible 2”, este magnífico director experto en delicias visuales y espectáculos inolvidables no supo aprehender la intriga exigida para un lucimiento total, aún así los fieles seguidores y el éxito de la primera entrega, la auparon en taquilla. Seis años después, J.J. Abrams nos regala “Misión imposible 3”, una inspirada película de acción y espectáculo, narrada con un ritmo torrencial.
Ahora, la cuarta entrega, “Misión imposible: Protocolo fantasma”, la dirige Brad Bird, director de cine americano especializado y consagrado en películas de animación. En este nuevo apartado pone de manifiesto otra faceta de su talento metiéndose de lleno en el mundo del espionaje, en “Misión imposible: Protocolo fantasma”, desarrolla una variante de mayor complejidad e intriga, lo que supone para la saga un regreso en plenitud a las raíces de lo que fue la obra de Brian de Palma.
El personaje de Tom Cruise, Ethan Hunt, de nuevo implicado en hazañas intrépidas, esta vez iniciadas en Budapest. Su equipo, Benji Dunn (Simon Pell), Jane Carter (Paula Jatton) y Brandt (Jeremy Renner), tiene que atravesar casi el mundo, viviendo peligrosas aventuras y demasiados peligros, para localizar y capturar a los integrantes de una organización que tiene como objetivo atentar contra los Estados Unidos.
La idea es la propia de la franquicia, con la diferencia de que en ésta, el guion ahonda más en el equipo y menos en el personaje individual, eso no quiere decir que Tom Cruise no sea el alma de la película, pues gracias a sus tópicos en los diálogos, a la mínima expresión creativa y la negativa de cambios entorno al protagonista, contribuyen a rodearle de su habitual aura. “Misión imposible: Protocolo fantasma” se distingue por la minuciosidad de su acción y sus escenas de violencia mediante los primeros planos brutales, que el director consigue trenzar en torno al marco general de la acción, otorgando especial esmero en el realce de las escenas arriesgadas y los paisajes exóticos. También hay que reconocerle su magistral derroche de efectos especiales y algunos puntos sobresalientes de sentido del humor.
“Misión imposible: Protocolo fantasma” tiene, además, la fuerza y el magnetismo de su principal estrella. Tom Cruise cuyo personaje exclusivo parece creado para él y al que realmente tiene mucho que agradecer, pues le ha proporcionado grandes satisfacciones en su carrera. Vemos al actor con su característica gracilidad y desparpajo, trabajando el papel ya en su cuarta oportunidad, el arquetipo de un agente secreto; un hombre que lo mismo se coloca un esmoquin y se cuela en una fiesta de alta alcurnia, que se pone un traje militar y se filtra en el Kremlin, o se sube por las paredes de un edificio de más de cien plantas. No es el Tom Cruise de “Más allá del honor”, ni falta que le hace. Pues su agilidad y la claridad de su actuación hacen que el trillado tema de la película resulte entretenido e incluso interesante. El resultado final es haber pasado un rato de entretenimiento palomitero y haber disfrutado de las cosas absurdas que el cine nos proporciona para olvidar por dos horas las realidades que nos circundan.
Nueva recomendación:
Para los adictos a la ciencia ficción y solo transcurre en el salón de una casa . «The man from Earth»
Si esto sucediese con cualquiera de mis compañeros de profesión ,nada más grande podría pasarme.
Saludos cinéfilos