Crítica: Tengo algo que deciros
3 enero 2011 1 comentario
Premio Cine Europeo en 2010 a la mejor música, y algún galardón más, nos hallamos ante esta película, “Tengo algo que deciros”, comedia italiana con tintes románticos, enclaustrada en un aurea de timbres de comedia italiana típica. En la dirección, el guionista y director italiano Ferzan Ozpetek, cineasta nacido en Turquía, pero que desarrolla su carrera en su querida Italia. Una de sus características principales es que sus películas son rodadas casi siempre en Roma.
En “Tengo algo que deciros” sigue fielmente las prácticas herederas del costumbrismo burgués de los grandes maestros del cine de este país; así, el director, se sumerge en la vida de Alba (Nicole Grimando), una señora mayor que lleva mucho tiempo alimentando su vida de evocaciones antiguas, han pasado muchos años, ahora al subir a su cuarto, después de un paseo a través del campo, Alba encuentra cercano aquel pasado que siempre ha sentido pero que nunca ha querido que aflore a la superficie, ella la matriarca de la familia Cantone. Los Cantone famosos fabricantes de la mejor pasta italiana. Alba es una mujer fuerte y enjuta, siempre pendiente de su entorno familiar, siempre al tanto de su hijo Vicenzo (Ennio Fantastidini), la esposa Stefania (Lunetta Savino), y los hijos de estos, sus nietos. Su papel, dar consejos y prodigar gestos de amor sobre todo a Tommazo (Ricardo Scarmacio, Edén al oeste) el más pequeño de los tres, el mayor es Antonio (Alejandro Preziosi) que pronto heredara la dirección del negocio familiar, y Elena la única niña, a los tres trata de guiar por encima de convencionalismos hacia una forma de vivir y pensar en la que nada les impida amar y vivir en libertad.
Es gratificante para mí hacer la crítica de esta película después del buen momento que acaba de proporcionarme, ríes, te emocionas y sonríes en el mismo instante pues Ferzan Ozpetek otorga un auténtico sentido vigente a todos sus personajes, a la configuración de las distintas formas de mirar la vida y su unificación, y lo muestra con las características de cada uno de forma clara.
Trabajada con escuadra y cartabón, sobre una idea que se va apreciando a medida que avanza su recorrido. Desde el punto de partida es interesante.
“Tengo algo que deciros” tiene algo que la hace especial y creo que es, su presentación discreta, sin grandes parafernalias narrativas en el tiempo del trascurrir de cada personaje, te enseñan cosas habituales llevadas al límite para divertir, que por ofrecerlas de forma sutil algunas pueden pasar inadvertidas, pero que en realidad dentro llevan la denuncia de la falta de sinceridad, de la pesada incomunicación y la intransigencia dentro de la familia burguesa, pero ya, digo, con una enorme naturalidad expositiva.
La música de Pasquale Catalano, acompaña, y más que acompañar forma parte de los elementos básicos del filme, pone en él, si cabe, ese tono más folclórico loco de pluma, que divierte. Sin este toque la película pudiera tener otro sentido y otro resultado, también tengo que añadir que la sinceridad que aportan Ricardo Scamarcio y Nicloe Grimando, en su interpretación, es, junto con la música, ese punto de apoyo que aporta fuerza al conjunto.
Lo que cuenta Ferzan Ozpetek no es nada nuevo, lo que pretende sí lo consigue, si es entretener lo que quiere, me gusta.
Opino exátamente igual que tu. saludos Marel