Crítica: Melancolía
7 noviembre 2011 3 comentarios
En cualquiera de las obras de Lars Von Trier parece que hayan aparecido las hadas para inspirarle. De nuevo la visión incomparable y personalísima del director danés alumbra con luz propia, en esta ocasión nos arrastra a una meditación filosófica, un conmovedor y violento drama de sentimientos. Crítica de la película “Melancolía”.
Es evidente que “Melancolía” nos da muestra del profundo trabajo de Von Trier para entretejer varios temas dentro de un contexto, argumentos que van apareciendo después de diez minutos de imágenes documentales, esto es más o menos la sinopsis: Justine (Kirsten Dunst) y Michael (Alexander Skarsgard) se han casado y la celebración de su boda la hacen con toda su familia y amigos, con una lujosa fiesta en casa de su hermana Clarie (Charlotte Gainsbourg) y su cuñado Juan (Kiefer Sutherland). El festejo es un accidentado pasaje de incidentes. Mientras, el planeta Melancolía parece que se dirige hacia la tierra, realidad que pasa inadvertida para todos los invitados. Sólo algunos miembros de la familia están al tanto, preocupados por el fenómeno.
Reconocida ya en diferentes festivales y favorita para los premios del cine europeo 2011 con ocho nominaciones, “Melancolía” brinda un estudio de personajes que emociona, reprimiendo todo tipo de felicidad. Te seduce el carácter melodramático de su trama, el empleo manipulador de la música, el atractivo acabado visual y la relación sentimental de las dos hermanas protagonistas, que representan Kirsten Dunst y Charlotte Gainsbourg, que es espléndida dentro del núcleo de la historia, dos signos que encarnan la inseguridad y el sentimiento de “Melancolia”, además de los muy atractivos personajes secundarios que transitan alrededor, exponiendo el vínculo que les disgrega.
En “Melancolía” planea algo que va contra lo estable para situarnos en el lado negativo de lo humano, pero a la vez se percibe una búsqueda: la necesidad de un asidero donde aferrarse cuando todo está perdido. Entre imágenes que no dan lugar a esperanza Lars Von Trier construye una alegoría, una sima de conciencia, unión y amor, enterrando a un tiempo dudas y pensamientos equívocos.
Cuando el tiempo ha pasado, el espacio está cercado en música y al espectador le queda poco para abandonar la sala, justo ahí, se disfruta una forma limpia de estímulo de un final perfecto.
La veré, ya solo el trailer tiene exactamente lo que me gusta de una película y dices que es buena. La veré. Además me recuerda mucho la idea a «Persona», cuando Liv Ullmann se quedá muda frente a los focos del teatro, cuando se supone que todo va perfecto y existe eso, una gran melancolía.
No soporto a Trier, es oscurito y grimoso como pocos. Un pedante, – que siiiiiiiiiii, que sabes muchoooooooooooooooo, pero es necesario que sepamos todos, todo lo que sabes????
Pero aun así, alguna peli me gusta de él, «rompiendo las olas» por ejemplo, justo antes de que se le fuera la olla con el dogma y esa necesidad imperiosa de hacer un movimiento cinematrográfico para ser diferente y aparecer en los libros de historia.
Bueno, repito, la veré
Me gusta tu forma de expresar, sobre todo sabiendo las causas que lo provocan, pero querida, esto es arte y lo hacen personas con todo su envoltorio… 🙂
Un saludo.
Al principio, cuando acabó, me quedé con la sensación de que había visto una película muy bonita, muy bien hecha, llena de metáforas pero en la que no me habían dado las claves suficientes o al menos no las que yo quería. Después de pensarla con tranquilidad y leer tu comentario, la maduré y me uno a la recomendación. Es una preciosa película que hay que ver. El final, impresionante.
Un saludo, Marel. (Verás que cambié mi nick, se ha escondido dentro de un bombón… 🙂 )