Crítica: La modista
30 marzo 2016 Deja un comentario
De la directora australiana Jocelyn Moorhouse, nos encontramos con este trabajo basado en un libro de éxito, la primera novela de su paisana Rosalie Ham. Crítica de la película “La modista”.
Con guion de la propia directora Jocelyn Moorhouse, la película nos transporta
al pasado, concretamente a los años cincuenta, y cuenta que, tras pasar parte de su vida como modista de alta costura en Europa, Tilly (Kate Winslet) regresa a Dungatar, la pequeña localidad australiana donde pasó su infancia. Llega convertida en una hermosa y glamurosa muchacha que contrasta con la existencia gris de los vecinos del pueblo. Tilly ha vuelto para cuidar de su madre, Molly (Judy Davis), con la intención de volverse a marchar cuanto antes, pero su regreso despierta cierto alboroto entre los habitantes del lugar. La gente murmura a su alrededor, recordando un hecho trágico ligado a su infancia. La muchacha no claudica: con la ayuda de su máquina de coser y mucha imaginación conseguirá que el pueblo entero respire un aire nuevo y por las calles desfilen vestidos nunca vistos. Tilly se enamora de un guapo amigo de la niñez Teddy (Liam Hemsworth). Tilly entrelazará muy malos sentimientos…
Estilísticamente “La modista” es una obra sobria y a la vez llamativa. Una cinta confusa de principio a fin. Una trama narrada con mucho galimatías tanto en la forma como en los diálogos y la resolución, el espectador no acierta a descifrar si está viendo un drama, una comedia negra, un western o una mezcla de géneros que al religar se vuelven disparatados. Películas como “La modista” en su raíz, son necesarias para que el espectador sienta en carne viva el problema desgarrador que su protagonista sufre, símbolo de otras tantas mujeres que vivieron en aquellos tiempos solapadas en el mismo problema, alguien que constantemente se siente fuera de su casa aunque esté dentro de ella, siempre alerta, con miedos y pisando el fango que le han ido fabricando sus vecinos. Las intenciones de “La modista” van por ese camino, empezando por un título que le queda perfecto y siguiendo con una estructura en la que todos los personajes están destinados a un juicio más o menos encarnizado. El problema es que esta película es incapaz de mostrarnos la evolución, proporcional de los protagonistas, tanto en los rechazos como en las cercanías. Lo surreal de su exposición la desmerece, convirtiéndola en una película nada atractiva.
Las dificultades en los terrenos que expongo no logran ser salvadas por el reparto de actores, aún estando geniales. En primer lugar Kate Winslet, trabaja su papel apurando al máximo todos los elementos que contiene el gran rompecabezas que es su personaje, “David enfrentado a Goliat” en toda una explosión física interpretativa. Liam Hemsworth, Judy Davis, Hugo Weaving, Sarah Snook, Sacha Horler, Caroline Goodall, James Mackay, Kerry Fox, Alison Whyte, Barry Otto, Julia Blake, Rebecca Gibney, Shane Jacobson, Genevieve Lemon, Shane Black, Shane Bourne y Hayley Magnus forman un conjunto que consigue absorber la atención del público como si la obra fuese un estudio de personajes. La música es de David Hirschfelder y la fotografía de Donald McAlpine.
Yo que esperaba “La modista” con ganas, me quedé sumida en la locura de su irregularidad.
Cuéntame…