Luna nueva
4 diciembre 2009 13 comentarios
“Luna nueva”, basada en el segundo libro de las cuatro novelas escritas por Stephenie Meyer, ha relegado a un segundo lugar a las películas más taquilleras, y hasta ahora ha duplicado a “Crepúsculo”, la anterior película de la serie, superando así todas las expectativas.
Hay algo muy claro en mi forma de entender este fenómeno “Luna Nueva”, estoy de acuerdo con muchos críticos, es una película para adolescentes, un largo que está hecho para segregar hormonas. Muy bien hasta ahí, pero no lo digamos como si los adolescentes fueran personas inferiores, tan sólo por no haber cumplido dieciocho años; esta saga ha hecho que se vendan más de diez millones de libros, esto solo ya hace que merezca todos mis respetos y después tenemos el tema cinematográfico, en la primera entrega, sólo en América, “Crepúsculo” recaudó más de 80 millones de dólares; esta segunda entrega ya lleva una recaudación de 179 millones. Las salas están a tope de jóvenes ilusionados, esperando ver a sus ídolos y deseando que los efebos protagonistas muestren su torso desnudo para gritar sin vergüenza y sin ningún tipo de pudor, esto es nuestra gente del futuro y películas como ésta, no le aportan nada innovador pero tampoco nada reprochable.
“Luna nueva” comienza, con Bella (Kristen Stewart), sola; su amado Edward (Robert Pattinson)la ha abandonado, se marchó de Forks para ir a ciudad que ella desconoce. Bella está sumida en una profunda tristeza, sólo superada gracias a su amigo Jacob (Taylor Lautner)… pero este chico está loco por ella, esto hace que las cosas se compliquen y los dos juntos vivan aventuras arriesgadas.
La historia es como la primera, con un aplomado ritmo narrativo, maniqueísta y simple, pero la fuerza que los actores le dan a los personajes es correcta.
La puesta en escena es aceptable, con localizaciones naturales, húmedas, entornos boscosos que dan una buena calidad cinematográfica.
La música, la destaco positivamente, envuelve cada escena, cada instante, dándole un halo de romanticismo absoluto.
En resumidas cuentas, “Luna nueva” no es para tirar cohetes pero posee elementos positivos.
Claro que, después de este análisis, lanzo una pregunta a quien corresponda, ¿por qué no se ríen estos chicos? ¿En la próxima… quizás?
Cuéntame…