El Baile de la Victoria
16 diciembre 2009 4 comentarios
Antonio Skarmeta en el año 2003, ganó el Premio Planeta con la novela “El Baile de la Victoria”. Aquel impulso toma ahora forma en el cine y nos lo sirve en apropiada bandeja, Fernando Trueba, con guión adaptado del propio Skarmeta y Jonás Trueba.
Corren malos tiempos en Chile, ha pasado la dictadura de Pinochet. Es de esos momentos de la historia, que todos sabemos que los gobiernos, para dar pruebas de democracia, se sacan de la manga una amnistía y deciden sacar de las cárceles a todos los presos que no tengan delitos de sangre. El mismo día salen dos hombres; el joven Ángel Santiago (Abel Ayala) y Vergara Grey (Ricardo Darín); el primero, un chico con todo por hacer, con ganas de comerse el mundo y poner las cosas en su sitio al que se portó mal con él; y el segundo, un famoso atracador, que sólo necesita volver a casa para encontrarse con su mujer y su hijo. Coinciden casualmente y planean algo gordo, pero todo se complica con la llegada a sus vidas de Victoria (Miranda Bodenhöfer ) una linda joven bailarina, que arrastra una terrible historia de fatalidad, tristeza y desconsuelo.
“El Baile de la Victoria”, es nueva concesión que Trueba hace al cine español, que ha sido designada por los miembros de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, para representarnos en los Oscar en la categoría de “Película de habla no inglesa”. En este mismo apartado, este director ya consiguió un Oscar por Belle Epoque en el año 1994. Además, Fernando Trueba posee dos Goyas al mejor director uno de el año 1990 y otro del año 1993 además de otro Goya a la mejor película documental en el año 2004. Pero por la película que más se le conoce popularmente es por “La Niña de tus ojos”, que tuvo un gran éxito de publico.
Este director no se propone cambiar el mundo, sólo es éste otro paso detrás de la cámara que pretende dejar huella en los espectadores, él sabe que hay un buen guión y unos buenos actores y los mima dándoles lucimiento, en diálogos, miradas, llantos, cabalgando, danzando o simplemente siendo parte del paisaje.
En cuanto a la música, han sabido cómo llegar con la banda sonora adecuada a la médula de cada momento crucial, mediante una pieza de bella composición dando mayor vehemencia dramática en los momentos emotivos que viven los protagonistas.
Si de actuaciones hablamos, todo el elenco trabaja su papel dignamente, pero os destaco a Abel Ayala que hace un papel encantador, de Ricardo Darin no se puede decir otra cosa que es de aplauso cada vez que aparece en escena.
La cautivadora imagen de Miranda Bodenhöfer, con sus dulces bailes, dentro de una fotografía tenue, bien contrastada en todo momento, nos eleva a una visión, ideal y deliciosa.
Tengo el convencimiento que Trueba seguirá buscando espacios, añoranzas y melancolías, para que sigamos imaginando y haciendo visibles las ilusiones del celuloide.
Yo recomiendo a todos esta magnética película. Sin palomitas ni refresco sólo de la mano de tu pareja.
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