La teta asustada

Película de nacionalidad peruana, con producción española, dirigida por Claudia Llosa. Esta directora, limeña de nacimiento, reside en Barcelona y nos brinda su segunda película con el mismo tino que la primera. Cine inteligente, el de esta cineasta.

“La teta asustada” es poseedora de un Oso de Oro, que recibió en el pasado Festival de Berlín y ha llegado a los Oscar nominada a la mejor película de habla no inglesa.

El personaje principal de la historia es Fausta (Magaly Solier, Amador, la misma actriz que trabajó con Claudia  Llosa en  su primera película “Madeinusa”, con la que Llosa recibió más de una veintena de premios en distintos festivales de todo el  mundo).  Fausta vive obsesionada por la experiencia que vivió su madre; el acoso sexual, las vejaciones y  la violación, por parte de soldados y guerrilleros en Perú durante la violencia y los enfrentamientos entre el ejército y la guerrilla de Sendero Luminoso, de los años 80 al 92. Cuenta la leyenda que las mujeres embarazadas transmitían a sus hijas, a través de la leche materna, la enfermedad  conocida como “la teta asustada”. Las niñas que habían nacido durante los años de la violencia armada,  nacían sin alma y para toda su eternidad albergaban ese mal,  debían vivir  así toda su existencia evitando el roce con los varones, cargando a cuestas el miedo heredado, sumidas en un mutismo del que sólo podía liberarlas por momentos una plegaria ancestral.

Viendo esta película, sin poderlo remediar se me vienen a la cabeza mis queridos escritores Jorge Luis Borges, Laura Esquivel, Juan Rufo, García Márquez  y muchos más, todos los que he leído relacionados de una manera u otra con el realismo mágico. Este relato es la metáfora perfecta que representando situaciones cotidianas simbólicamente extrañas te lleva al fondo de una cultura, una forma de vivir y de pensar que incluso para los que allí residen en estos tiempos les resulta por lo menos lejano, esta película concentra un poco de realismo mágico algo de realismo épico y mucho de surrealismo. A pesar de tener un neto corte pesimista de fondo, muestra atisbos de esperanza, pero inferiores al miedo, el temor y el abandono. La directora nos narra  genialmente esta historia mostrando sin gran ampulosidad lo que arrastra y desarrolla  las consecuencias del miedo.
Los fuertes juicios de fondo, la directora los explica con un ritmo indolente y utilizando la homogeneidad como lenguaje, donde las imágenes son las que transmiten los  irrespirables estados de ánimo, y de forma lírica, los inmensos llanos del arenal, y esa playa esperanzadora: la reina  de la metáfora. Superior manejo del realismo narrativo, gracias al uso fascinante  de cámaras y ángulos de rodaje.

Convincentes actuaciones las de todo el elenco actoral dando a los personajes una naturalidad extraordinaria, sobre todos ellos, Magaly Solier que con su actuación enamora al espectador

Tiene una curiosidad este largo, y es que en lugar de sacar el guión de un libro han sacado el libro de este guión. El libro contiene toda la historia aquí plasmada además de fotografías de los momentos más destacados  y las  críticas de los más famosos intelectuales de Perú.
Una cinta para el espectador que exige más dentro de la historia en una película.

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