Crítica: En pata de guerra

Cartel de la película de Roger Kumble“En Pata de Guerra” es otra comedia americana sacada del saco, en este caso mete la pata (hablamos de patas) el director americano Roger Kumble, que desde “Crueles Intenciones” no ha vuelto a tener un serio acierto a la hora de mostrar su cine. Con esta “divertida” película una vez más da ánimo al público para recomendarle que se aplique en la profesión e imagine, cree, fabrique cine, que tenemos ganas de aplaudirle.
Chicago es su ciudad pero su nuevo trabajo está en Oregón, en la construcción de una nueva urbanización que según los acuerdos respeta el medio ambiente, su misión, supervisar las obras. A Dan Sanders (Brendan Fraser), su mujer Tammy (Brooke Shields) y su hijo adolescente Tyler (Matt Prokop), acostumbrados a vivir en la ciudad, esta vida de naturaleza les resulta asfixiante, además está su rígido jefe Neall (Ken Jeong) que les presiona para que su “mina de oro”, que es este proyecto, se realice según lo previsto. Los problemas de Dan y de su familia no han hecho más que empezar, pues los animales del bosque conocen su gran parte de culpa en la invasión de su entorno natural y la destrucción de su ecosistema.
Examinar el argumento y hacer un análisis no tiene sentido, “En Pata de Guerra” es tan simple y tan insustancial, que mi ánimo a comentarla es nulo, es una comedia americana de consumo, construida con tópicos y chistes trilladísimos, con una retahíla de sucesiones absurdas de baja calidad y de nula composición ética. Lo que se narra no tiene el más mínimo asidero, circunstancias llenas de ligerezas que pasan de lo que pretende a un rechazo natural por parte del espectador al que humilla al tratar como a un idiota, En definitiva, una comedia malograda, que no saca a relucir conceptos nuevos sino que sólo muestra los clichés más utilizados en el género. A pesar de ser una redundante y gastada alternativa, la propuesta es inconsistente y deja ver muchas flaquezas de un guión inefectivo que no entusiasma en ningún momento.
Tiene un mal desarrollo de personajes, histriónicos y fuera de lo que es una seria figura de entretenimiento, en cuanto al reparto, es inconcebible cómo no puede haber ni uno sólo que haga un papel, al menos, decente. Bredan Fraser está rematadamente mal, no espero un papel fantástico de este actor pero en la película anterior “Medidas Extraordinarias” hace una interpretación aceptable, aquí en “En Pata de Guerra”, -vaya con el titulito-, Fraser se pierde en la mediocridad de la imbecilidad. De los demás intérpretes no voy a opinar por separado. Como he dicho, está todo maravillosamente escogido: guión, reparto, dirección de actores, efectos especiales, sonido, para que de este conjunto salga esta majadería.
Si pensáis en una película innovadora que de su visionado salga algo positivo, prescindir de ver esta película sería muy acertado.

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