Crítica: Eclipse

Cartel de la películaGuión adaptado por Melissa Mosenberg de la tercera novela de Stephenie Meyer, en esta ocasión dirigida por David Slade, “Eclipse”. Analizando su argumento, nos encontramos más fuerte el triángulo de tensión amorosa entre las tres principales figuras, pero si el análisis lo hacemos de los personajes nos hallamos ante una sensación idéntica a entregas precedentes.

En esta ocasión nos muestran a Bella Swan (Kristen Stewart) en la difícil situación de tener que decidir entre seguir siendo humana o ser convertida a vampiro para estar eternamente con Edward (Robert Pattinson), ella quiere su muerte y conversión, pero él sólo admite esto, en el caso de estar casados.  Jacob Black (Taylor Lautner), el chico lobo, no quiere perder a Bella pues ahora está más enamorado de ella que nunca. Mientras estos amores enfrentados van discurriendo, en Seatle aparecen personas muertas y nadie sabe desvelar el misterio, es ahí donde aparece Victoria (Bryce Dallas Howard, Más allá de la vida) detrás de un  ejército de neófitos para enfrentarse con los Cullen y destruir a Bella.

Si queremos adentrarnos en esta película más allá del interés romántico, no hay nada más que destacar que no se haya visto en las anteriores, existen algunos cambios en cuanto al tratamiento de las luchas, en “Eclipse” ruedan cabezas (eso no había pasado antes), el desarrollo es algo más sofisticado, los espacios más abiertos con unos paisajes impresionantes, varias localizaciones de los bosques de Vancouver, -esto le da un  bonito acento de suntuosidad serena, mantiene un ritmo distinto, más lánguido-. El color de fotografía de Javier Aguirresarobe, más oscuro, excelente como en las previas, y en la música yo echo de menos el tono esplendoroso que Howard Shore puso en las anteriores, en “Eclipse” se aprecia menos la cuna musical.

En la dirección David Slade, no saca todo lo que esperábamos de él, teniendo como antecesoras a “30 días en la oscuridad” o “Hard Candy”, esta cinta prometía más en cuanto a la acción, pero los enfrenamientos entre vampiros, lobos y neófitos no llegan al nivel esperado, quedando diluidos en otra lucha más de la saga.

En las actuaciones, no tengo que analizar a ningún actor; sin destacar a nadie, acepto el trabajo de los actores, sin más. Como había comentado en otras ocasiones, no deja de sorprenderme que en las escenas que muestran los momentos amorosos, la cara de los personajes no pertenezca a eso momento cumbre, permanece estática; estoy de acuerdo que Cullen es frío, pero Bella es humana y no refleja emoción alguna.

Si hablamos del fenómeno global que Crepúsculo ha creado, aquí no sé qué decir, muchos seguidores pero en la sala en la que estuve el sábado no había más de treinta espectadores y se había estrenado tres días antes…  Quizá la ausencia de público fuese debida a las vacaciones, a que asistí a la primera sesión o a que la entrada de un cine en Madrid cuesta siete con noventa euros y este vergonzoso precio hace que muchas personas a las que les encantaría ir al cine, se queden en su casa con las ganas, esperando que las películas salgan en DVD.

En fin que si sois seguidores de esta saga seguro que os gustará, encontrareis las diferencias citadas y disfrutareis en el encuentro con vuestros favoritos, a los que no lo sois os vuelvo a decir que vaya precio tiene el cine…

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