Crítica: Las vidas posibles de Mr. Nobody
1 agosto 2010 1 comentario

Inmovilizado al principio ante un hecho tan insólito, Nemo empezó a pasear en torno a sus padres , como por azar, impulsado por una fuerza de mera sorpresa buscando con ojos inquietos, intentado saber lo que pasaba. Los padres de Nemo se han separado, su madre se va de casa, en un momento, en cuestión de segundos, el crío debe decidirse: o se marcha con su madre o permanece al lado de su padre, el tren se aproxima… Ya ha llegado, su madre sube, su padre abajo detrás de Nemo llora, se irá, se quedará, un dilema con el que este niño de nueve años se tiene que enfrentar.
De aquí parte esta filosófica película, mostrándonos la vida como un cuaderno en blanco que hay que ir escribiendo, y en su desarrollo un puzzle que debemos construir. Jaco Van Dormael nos enseña el auténtico significado de lo atemporal y lo temporal, y a la vez exige un reto nada fácil para el espectador, que recibe la propuesta con confusión y sorpresa. Los continuos giros inesperados, los constantes saltos en el tiempo y la sub-realidad de muchas imágenes, hace que permanezcamos enganchados casi sin respirar, a su enorme tela de araña, una historia en la que se nos muestra de forma intercalada lo que significan en la vida los caprichos del azar.
“Las vidas posibles de Mr. Nobody“ es un tremendo planteamiento de diferentes juicios, una crónica de ejercicio, aplicada a los principios de una norma; en una obra cuyo principal fin es demostrar que todo sucede porque tiene que suceder y porque no somos nuestros dueños.
Su enfoque de debilidad del hombre como individuo, la forma de presentar el romance, la comunicación del mensaje, la música apropiada aunque ya escuchada, pero igualmente deliciosa, la fragilidad del personaje principal, la fotografía, los efectos visuales, el reparto: Jared Leto, Sarah Polley, Diane Kruger, Linh Dan Pham, Rhys Ifans, Natasha Little, Toby Regbo, Juno Temple, Clare Stone, Thomas Byrne, y algunos más, hacen de esta película una propuesta sumamente interesante y da muestra de la capacidad de su director y guionista Jaco Van Dormael. Al que acompañan en el trabajo audiovisual, Christopher Beaucarme, en la fotografía, y Pierre Van Dormael, en la música.
Puede gustar, o no, pero es imprescindible verla.
Me ha gustado bastante esta película por lo que se ve y por lo que sugiere. Como dices, Marel, parece que todo está en nuestras manos y a la vez se escapa de nuestro alcance. Muchas veces te preguntas qué habría pasado si hubieses tomado otra decisión, el director creo que deja una puerta abierta a una interpretación vinculada con la posiblidad de que existiesen distintas esferas con esos mundos creados por la opción seleccionada. Quizá todo está sucediendo al mismo tiempo…
Saludos y que disfrutes del descanso