Un profeta
13 marzo 2010 Deja un comentario
Aunque pueda plantearse con rapidez y sin conocerla, como otra película más de cárceles, el caso es otro diferente. En ésta, su quinta película, Jacques Audiard utiliza la prisión para hacer una metáfora de la sociedad, le acompaña como guionista Gthomas Bidegain: colaboración absolutamente indispensable. Juntos y con un grupo de profesionales dentro del ámbito cinematográfico han hecho un serio trabajo. Su buen resultado no ha sido ajeno a los doctores en la materia, han conseguido ser laureados en los festivales de cine más importantes. En el festival de Cannes: se le concedió el gran Premio del Jurado, en los premios del cine europeo: Mejor actor, Premio a la excelencia y 6 nominaciones, también en 2009 Nominada en los premios Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa. Nominada a los Oscar 2010 a la mejor película de habla no inglesa y, posee 9 Premios Cesar, esos premios que son en Francia lo que aquí en España son los Goya
Cuenta la historia de un joven árabe de unos diecinueve o veinte años Malik El Djebena (Tahar Rahim) que lo ingresan en la cárcel por un delito menor. Dentro del centro penitenciario tendrá que utilizar de forma ingeniosa todo su carisma y su habilidad para hacer frente a la mafia corsa que domina todo lo que se mueve allí, el chico es bastante avispado y astuto, gracias a eso podrá salir adelante.
“Un profeta” es la película con la que a través de un personaje, Audiard nos crea un nuevo héroe, el héroe habitual, el que lucha por salir adelante, unas veces recibiendo tortazos y otras regalándolos.
En el universo cerrado donde sitúa la historia y los personajes que allí conviven, todos ellos aquejados con dolencias del alma, crea un clima de intriga y expectación, sobresalen diálogos de sobrecogedora inteligencia tanto en su estructura como en la forma de exteriorizarlo, así como el lenguaje de los distintos caminos que sigue dentro de la expresión a través de los gestos.
La película bucea en los entresijos de esta realidad y lo hace sin ningún pudor ni sonrojo, le sabe dar el toque a cada escena que nos está contando, pero sin levantar la voz, la narración que está perfectamente apoyada por la naturalidad de los actores, mantiene hasta en los momentos más fríos del film, su tono suave con total valentía y autenticidad. Escenifica con sorprendente naturalidad la difusa percepción de los territorios límite: el paso sin salto de lo permitido a lo ilegal. Su método casa bien con las intenciones de mostrar el mundo, la sociedad como cárcel, en la que todos estamos sobreviviendo.
Entre las actuaciones anotar el trabajo de Rahin, este debutante y joven actor está realmente inspirado y hace un trabajo extraordinario, con él destacan Niels Arestrup- Salen Kal y Alan Qumouzoune.
Una banda sonora inteligente a cargo de Alesandre Desplat, en la fotografía Stephane Fontaine acertado, todo el conjunto hacen una unidad temática casi envidiable.
Su mensaje; ¡¡hay que superarlo todo, incluso a uno mismo, pues somos presos de nuestra propia vida!!
Película para los que crean que después de salir del cine hay que hablar de lo que acabamos de ver .
Espero que hagamos un pequeño debate, claro está, si la habéis visto.
Cuéntame…