Crítica: Sin compromiso
1 abril 2011 Deja un comentario
Es difícil trazar con tacto en la crítica de “Sin compromiso” unas notas que aclaren ciertas preguntas que los espectadores pueden plantearse al ver esta película. La nueva cinta se Ivan Reitman nos hace distinguirla de sus creaciones anteriores, rechazando muchos conceptos de esta última propuesta.
La historia nos presenta a Emma (Natalie Portman) y Adam (Ashton Kutcher). Son amigos desde jovencitos, viven en distintas ciudades, pero en uno de esos encuentros en los que coinciden por casualidad, tienen una noche de sexo; desde ese momento deciden estar libres de compromiso, preservando su amistad por encima de todo aunque tengan relaciones íntimas. El tiempo les quitará la razón, pues muy a pesar suyo, descubrirán que es muy difícil mantener una relación rigurosamente física sin que poco a poco se convierta en algo así como amor.
En “Sin compromiso”, el argumento aparece cargado de unos previsibles y facilones clichés, narrado de forma bastante convencional pero pretendiendo poner de manifiesto dos modelos de comportamiento, uno guiado por el ímpetu y el otro guiado por los sentimientos, incandescencia frente a razonamiento. Natalie Portman frente a Ashton Kutcher; la actividad frenética de la juventud de sus personajes, el escudo impuesto por algo a lo que los dos temían y la irremediable entrega. La relación de los protagonistas se presenta envuelta de una sensualidad intensa que en ocasiones casi se percibe una falsilla erótica, pero su director, Ivan Reitman procura mayor atención a los momentos de tensión y dificultad que afectan a la relación amorosa, vadeando ocurrentemente, momentos de felicidad y tranquilidad de sentimientos.
Lo cierto es que la película no tiene ningún trazo que concrete hacia donde apunta.
Si la protagonista de Cisne Negro, era concienzuda en su peculiar escenificación dando vida a la bailarina, aquí en “Sin compromiso”, reduce los meticulosos recursos de trabajo, dibujando un nuevo paisaje a sus registros y trazando una nueva línea que deja muy claro su abonado territorio; el nuevo espacio interpretativo de Portman, acepta las reglas como están establecidas pero indudablemente le queda pequeña esta película. Asthon Kutcher, con el mismo entusiasmo de siempre, pronto exhibe su capacidad, pasándose por distritos ya explorados en su carrera, sin que ninguna astucia le saque alguna señal diferente, su trabajo me ha recordado muchos otros de su repertorio, seguramente no haya tenido confianza en el proyecto. Por su parte, Kevin Kline desarrolla su personaje de manera precisa.
Aun contando con estos famosísimos actores, “Sin compromiso” es una película inconsistente, no está mal como idea, al mostrar ciertas cosas del amor con humor, sobre todo si esa idea es la de hacer pasar el rato.
No es original y es irregular. Una pieza de imperfección, narrando aventuras sexuales y románticas.
Cuéntame…